ESPIRITUALIDAD

¿Cuál es el concepto de espiritualidad?

La espiritualidad es la vida interior. Las expresiones y prácticas de espiritualidad son personales; es cómo usted entiende el mundo y el universo en su interior. La espiritualidad no implica ser religioso. De hecho, muchos se consideran muy espirituales y para nada religiosos. 


¿Qué es lo espiritual de una persona?

Espiritualidad” se refiere a las cualidades que nos inspiran a llevar a cabo lo que es apropiado y bueno – para nosotros mismos y para los demás. Puede implicar experiencias con esas fuerzas superiores, especialmente las conexiones que tenemos con otros seres y nuestras interrelaciones con ellos.


¿Qué es ser espiritual?

Referido a una persona, implica habitualmente la intención de experimentar estados especiales de bienestar, a practicar los sentidos de la solidaridad, la empatía y la posibilidad de conectarse con la esencia del ser humano en su sentido más amplio.


¿Cómo se desarrolla la espiritualidad?

El desarrollo espiritual es un proceso de búsqueda, autoconocimiento, conectividad, significado, maduración, y contribución social, que favorece el crecimiento personal. Este proceso, usualmente es dirigido por una fuerte creencia en el poder de la humanidad o por elementos sagrados.


¿Cuál es la importancia de la espiritualidad?

La espiritualidad, hoy más que nunca, tiene la obligación de propiciarle al ser humano los elementos necesarios para la resignificación de la vida, de la historia, del presente, y desde ahí la consolidación del proyecto de Dios en la vida; un proyecto que se renueva y se amplía desde las dimensiones del espíritu.


¿Cómo funciona la espiritualidad en tu vida?

La Espiritualidad es un aspecto esencial del ser humano. Es una vida interior, algo que no es mente y cuerpo sino espíritu. Es algo más amplio que una religión, un proceso dinámico mediante el cual las personas encontramos trascendencia, un sentido final a la vida … a nuestro ser interior.


¿Cómo se manifiesta la salud espiritual?

La salud espiritual implica la reflexión de nuestras creencias. Lograr un estado de bienestar, armonía y equilibrio en estas áreas nos dará la habilidad para funcionar de manera óptima como ser humano y tener la energía y vitalidad para ser altamente productivos y exitosos en cualquier área de nuestra vida.


¿Cuál es la fuerza espiritual?

La fuerza del espíritu no solo te convence de la necesidad de descubrir tu verdadero yo a través del espíritu, para así vivir conforme a la armonía y la felicidad; también explica los pasos que hay que dar para lograrlo: el reconocimiento, la percepción y la reverencia.


¿Cómo entrar en el mundo de la espiritualidad?

6 caminos que te llevan hacia tu espiritualidad



ESTE ES UN REGALO PARA TI. LEELO EN TOTAL TRANQUILIDAD...

LA VOZ DEL DESIERTO (Maestro Viveka)


LA VOZ DEL DESIERTO


Amigo mío: Pon tu mano en tu corazón y como un niño delante de su madre, escúchame y responde:

¿Tienes algún rencor? 

¿Tienes odios?

¿Hablas mal de las personas?

¿Quieres vengarte?

¿Estás impaciente?

Si así fuere, entonces cierra por un momento este libro, ponte en armonía con todos los seres; irradia hacia ellos un pensamiento de amor, y cuando te hayas reconciliado contigo mismo tómalo de nuevo entre tus manos y escucha en el silencio de tu templo interior.

Amigo mío: Transmuta el Orgullo en Humildad y entonces serás Grande.

Amigo mío: Escucha con cariño e interés a cualquiera que te hable, no importándote su condición o su linaje y entonces encontrarás algo interesante en ese ser que te envía la Vida; tal vez algo nuevo descubrirás en él o tendrás la oportunidad de darle el bálsamo del consuelo o la palabra que ilumine su sendero.

Amigo mío: No juzgues a nadie y nadie te juzgará. Sólo la Conciencia debe ser el Juez, y por lo tanto, el único Juez que juzgará a cada uno de los seres, encarnados y desencarnados, será su propia Conciencia.

Amigo mío: Profundiza y practica las enseñanzas hasta que éstas se hagan sangre de tu sangre. Y cuando adquieras el conocimiento de la Divina Ley, enséñalo a tus hermanos. No seas desagradecido con tu Maestro y colabora con El.

Amigo mío: Limpia tu corazón y tu mente porque en la Pureza reside el secreto de la Verdad. Solamente en un corazón y en una mente limpios puede reflejarse el Pensamiento Puro de los Excelsos espíritus que pueblan el Universo y ese debe ser tu mayor anhelo.

Amigo mío: Medita en el Silencio porque sólo en el Silencio de tu Alma podrás oír la Voz de la Verdad.

Amigo mío: Que la Paz Profunda te envuelva y te dé la quietud completa a donde no llegan las pasiones. Y así, sintiéndote Libre, tu Pensamiento podrá elevarse a las Alturas donde solamente fluyen las corrientes del Espíritu Divino.

La oscuridad, la desesperación, la ausencia de vida y oportunidades existen sólo para aquellos que dan la espalda a la luz y rehúsan mirar el rayo de su interior. Debo prepararte, amigo mío, para que conozcas un poco de tu propia y verdadera esencia, porque tú tienes una falsa creencia de lo que en realidad eres. ¡Tú eres Espíritu, y no polvo! Ahora, el planeta que habitas te ha prestado un "vestido" para que lo uses mientras lo visitas. ¡Tu verdadera esencia es luminosa. ¡Es diáfana y radiante!. "Pero... -me dirás tú, ¿dónde está esa esencia que no puedo verla?. Y YO te respondo: Así como cuando al entrar de visita a una casa dejas tu abrigo colgado en el ropero, para ponértelo a la salida, así también al llegar a la Tierra dejaste en el ropero del misterio tu "dorado abrigo" que te espera a la salida para el regreso a tu casa. Sí, amigo mío. Comprende que te trato como a Espíritu que eres, y, por lo tanto, para mí no tienes sexo ni color. Ya seas hombre o mujer, blanco, negro o amarillo, a ti, que me lees, te llamo hermano, es decir, te llamo con la palabra que santificó Cristo en el Calvario: Todos somos hermanos. La amistad es sagrada si ésta es sincera. Así, pues, escucha mi palabra que es sincera como el amor. Si: ¡Eres Espíritu! ¿Pero, qué hago aquí en el planeta Tierra?  me preguntarás. Yo te respondo: Tú eres un antiguo viajero de los mundos siderales, que en el camino de tu evolución necesitas pasar por ciertas experiencias. Y por tu propia voluntad te encuentras en el estado actual de tu existencia.

Pero si yo no estoy satisfecho con mi vida actual, ¿cómo pude haber escogido este género de vida?. Yo te contesto: Tu ignorancia te hace sufrir; más te daré un rayo de luz para que ilumine tu Conciencia. Existe una Ley Eterna, inmutable como el mismo Dios: La Ley de Causa y Efecto. Lo que estás recogiendo en este momento de tu Eternidad lo sembraste Tú mismo en vidas anteriores, o quizás en esta misma vida. Por eso te dije: "Aquí te encuentras por propia voluntad", ya que ahora eres el resultado de lo que fuiste antes. Pero al encerrarte en el cuerpo físico que ahora vistes, un velo cubre tu pasado. Este es un secreto del Padre Celestial que así, en su Infinita Sabiduría, te evita un retroceso en el progreso de tu marcha evolutiva, ocultándote algo que quizá te llenaría de espanto. Ahora, amigo mío: ¡Que la Luz sea contigo! Yo invoco de las Alturas las corrientes de Armonía, Justicia, Fe y Amor, para tu espíritu abatido. ¿He dicho "abatido"? Sí, porque tu misma ignorancia te llevó a ese estado pesimista en que te hallas. ¡No te rías! ¡No te creas sabio! Que si te digo la verdad, podrás sonrojarte, pero deberás afrontarla con valentía. Tú estás obligado a apreciar la vida por medio de tus sentidos físicos, por lo imperfectos que son, sujeto al engaño y a la ilusión. Cuando te crees "rico" porque posees bienes terrenales, quizás eres más pobre que un mendigo. Cuando te crees en posesión de la verdad, andas tal vez con el error codo a codo. Cuando has visto algo ciertamente sobrenatural, crees que son alucinaciones; cuando en realidad son efectos de tu mente débil, crees haber visto espíritus. Y así, cuando te encuentres en el peor de los estados, nada sabes de lo que real mente hay detrás de ti. Pasea tu mirada, amigo mío, con serenidad, a tu alrededor y verás, cuando menos lo esperaste, a ti mismo o a uno de tus amigos, sumidos en profunda pena y sin saber qué hacer, súbitamente os aconteció algo que cambió en forma definitiva el rumbo de vuestro destino.

Pero... ¡ten fe! Mas, preguntarás tú: "¿Y qué es fe?". Y yo te respondo: no es aquello que nos obliga a creer en algo sin ser visto. La verdadera Fe es una fuerza viva, que puesta en movimiento produce un efecto positivo, real, palpable, porque "la fe es la fuerza de la vida". Se trata de una Ley de la Naturaleza, o Ley Divina, que pocos conocen y ejercitada a conciencia es un tesoro de incalculable precio. Es una fuerza como lo es el Amor, el Odio, el Valor, la Electricidad.  Ejercítala hasta el límite y serás grande. Recuerda, amigo mío, que hablo a tu Espíritu; por consiguiente, abre tu oído interno para que oigas, y despierta tu ojo espiritual para que veas. Yo te ayudaré para que encuentres en ti mismo la razón de tu existencia, pero a condición de que arrojes fuera de ti todo el pasado lleno de prejuicios y de errores. Ten presente que debes ser como un niño delante de su madre: tierno en el sentir y limpio de corazón. El miedo es el peor enemigo del Hombre. El miedo persigue a los débiles. Ante los fuertes retrocede. Déjalo a un lado, amigo mío, para que pueda brillar en ti el Sol de la Verdad en todo su esplendor. Cuando el Espíritu rompa las cadenas que lo atan al ambiente adverso en donde tuvo que luchar por razones de nacimiento, será Libre y no conocerá el miedo. El miedo es una fuerza negativa, pero tú puedes transmutarla por otra fuerza mucho más potente: El Valor que es fuerza positiva. Llénate de Valor, de Optimismo, de Alegría y de Ambición Noble. Tu miedo se convertirá en estas corrientes positivas, engrandeciéndote día a día.

En verdad te digo, amigo mío; el miedo, ese temor infundado al "qué dirá la sociedad" si descubre que eres espiritualista sincero, si se informa que ya has trascendido el camino que trazaran tus antepasados, si sabe que has roto definitivamente los lazos que te ataban a toda clase de aberrante fanatismo, ese miedo retrocederá derrotado por tu Valor, y ya nunca más te impedirá Conocer la Verdad. SI, amigo mío, recuerda siempre que tú no dependes de nadie en la Tierra. Por ti mismo puedes penetrar "aquello que se te oculta". Rompe de una vez con el antagonismo de tu herencia racial. Sé libre... Libre... Libre... y despierta a la razón. ¡Atrás el miedo Si, amigo mío, toma sin temor en tu mano el cauterio de la Razón y quema las llagas aún vivas que restan de tu pasado Así purificarás tu Mente, como hace el médico cuando cauteriza con fuego la gangrena que amenaza destruir el Cuerpo Físico! Mira tus llagas y cúralas: ¡purifícate! Dignifica tu Yo interior y la Divinidad que mora en ti se manifestará.


CAPITULO 2

¿Quieres, amigo mío, encontrar el Camino de la felicidad? ¿Quieres gozar en las regiones superiores, donde el azul celeste de la Pureza envuelve al Espíritu en jubilosa armonía, en claridades no soñadas?. Yo te mostraré el sendero. Si en verdad tú lo quieres, marcharás por él y sin duda llegarás a la Meta. Pero medita y asimila todo cuanto te diga.  No hagas como el fariseo. Sé sincero contigo mismo. Acepta o rechaza. Que obre tu razón. Empieza por conocerte a ti mismo, por conocer tu Real y Verdadero Ser. Cuán fácil parece esto; pero en realidad es lo más difícil. Ya te estoy mirando internamente, dentro de tu corazón. Y de éste sale una corriente vibrante de sinceridad, que la oculta esa otra escéptica que genera tu cerebro. Deja seguir el impulso de tu corazón y Oye su Voz. Síguela sin titubeos. No permitas al enemigo oculto, a tu viejo hábito agazapado en un rincón del subconsciente y siempre listo para hacerte desviar, que con encantos aparentes arroja sobre tu corazón un disimulo engañoso. Tu Corazón debe mandar: !0bedécele!. Analízate sin contemplaciones, como si fueras un extraño. Como si fueras otra persona distinta a ti. Procura limpiar tus llagas frotándolas duramente con la esponja de la Razón, humedecida con el agua milagrosa de la Verdad. Deja que corra la sangre arrastrando hacia afuera sus impurezas. Mírate cara a cara, y entonces tu rostro se iluminará. No seas hipócrita. Deja ese camino torcido del disimulo y la falsía. En Juan El Bautista tienes el ejemplo de la sinceridad intima. Como él, vete al desierto, es decir, solo con tu Conciencia, y azótate y permite que el Sol abrasador de la Verdad tueste tus sentimientos con los rayos del Amor y del Conocimiento, con la perfecta Sabiduría.

Te hablo, amigo mío, del Sol que reside en ti mismo. De esa Chispa Divina que es necesario soplar con las brisas del Bien, de la Moral, de la Justicia, para que forme una llamarada que crezca hasta confundirse con la Llama Eterna del Dios Universal. La Voluntad de ese Gran Guía debe acompañarte para que puedas permanecer en el "Desierto", a la intemperie, resistiendo las tempestades de las pasiones humanas. Ellas soplarán más y más fuerte sobre ti y tratarán de doblegarte como a la palmera el huracán; pero entonces, eleva el pensamiento y afírmate en ti mismo, en tu Voluntad de acero, como lo hiciera el Espíritu recto y justiciero del Bautista. Combate contra ti mismo. Te conviene transmutar tus viejos hábitos viciosos en acciones nobles, pues aquéllos son hijos de una misma fuerza, aunque diferentemente encauzada. Pero tú, de ahora en adelante, como dueño y señor de tu destino, la encaminarás por la Senda del Bien. Amigo mío: ¿Cuál es la razón que te asistió para haber cometido adulterio? ¿Por qué hiciste daño a quien te quiso? ¿Qué motivo tuviste para tomar lo que no te pertenecía? ¿Por qué romper la armonía entre personas que se aman? ¿De dónde brota ese egoísmo que te sujeta a la envidia con ceguera funesta? ¿A qué se debe ese deseo de venganza?... ¿Y por qué se cometen tantos crímenes que abaten al espíritu encarnado, sumiéndolo en la degradación, desde la mentira sin importancia aparente hasta el delito brutal? Tal vez no sabías que todo esto procede de una misma Fuerza Oculta, y que es indispensable transformarla. Es una misma la corriente que en algunos casos va saturando de bondad la senda por donde pasa, y en otros, al revés, va dejando una estela de perversión y de ignominia. Sin embargo, amigo mío, ahondando en el Conocimiento Espiritual, encontrarás que es cierto lo que te digo. Todo es Uno en el Universo. El Gran Espíritu de Dios lo abarca Todo: desde la hoja que el viento arrastra, o desde el átomo diminuto e imperceptible, hasta la estrella gigantesca que tus ojos interrogan en el firmamento.

El secreto de los que triunfan estriba en la acertada aplicación de este conocimiento. Saben que en todas las acciones humanas (pensamiento, palabra o acto) es una misma la Fuerza que actúa, empleada para el bien o para el mal. Tal como si aplicaras la corriente eléctrica que circula por un alambre conductor para iluminar tu alcoba, o para quitarte la vida. Empleas la misma fuerza, pero con fines diferentes. Así ocurre con la Fuerza Espiritual, que todo lo sostiene y anima. La fuerza volitiva de los que tuvieron éxito en la vida es la misma fuerza del Espíritu, enfocada plena y eficazmente hacia un fin determinado con miras grandes. ¡En ti está esa Fuerza! ¡Cambia tu Destino! ¡Tú puedes dominarlo! ¡En ti está Todo! ¡Conócete! ¡Levántate como un nuevo Lázaro de la sepultura fétida de tus pasiones y debilidades, y sal a respirar el aire puro de la Virtud, que te ofrece un panorama distinto, hermoso, pleno de abundancias morales y de satisfacciones! Ven conmigo de la mano, y pasearemos juntos por los jardines floridos de la Eternidad, gozando del Paraíso. Esto no es Ilusión: ¡Es la Realidad! Es el reverso de la medalla. Es lo que se te oculta por tu carencia de deseos y de fuerzas conscientes para penetrar en el Sendero del Espiritualismo. Pero cuando abras los ojos internos, te convencerás. Y entonces, sufrirás por aquellos espíritus rezagados, carentes de voluntad para abandonar el sudario de la muerte, de las pasiones y los vicios. Para ellos también resplandecerá la Gloria de Dios, cuando adquieran por propio esfuerzo el Conocimiento, y puedan ver con los ojos del espíritu. Pero mientras tanto, amigo mío, para el "ciego" habrá dolor. Y a fuerza de dolor alzará la vista y se regocijará. El dolor, cuando penetra las fibras íntimas de tu corazón, tiene la virtud de elevarte por encima de lo que te hace daño. Te indica el Camino, pero entonces, ¡no trates de rebelarte contra ese Bienhechor No lo maldigas! ¡Deja que te haga el milagro de la Resurrección! Es otro camino, infinitamente más corto, aunque lleno de espinas, que te conduce al mismo sitio. No reniegues de las horas amargas. aprovéchalas y comprende que es la Ley que se está cumpliendo. Es la Compensación (la Ley de Causa y Efecto), que busca el Equilibrio, obligándote a pagar lo que debes. Salda tu cuenta, aun cuando quedes arruinado, y entonces recibirás con creces la fortuna de la Satisfacción en una conciencia limpia, Superior, gozosa de su propia validez. ¡Tu futuro se ampliará... y vendrá la Revelación!

 

CAPITULO 3

Ya te dije, amigo mío, que te ayudaría para que encuentres el Camino que ha de conducirte a la Meta. ¡Sígueme!  Comprende esto que te digo: Amigo mío, de fine tu carácter para siempre. Una persona sin carácter está sujeta al capricho de los demás seres, encarnados y desencarnados. Es un maniquí, un títere, y no un Hombre. Pero ¿qué entiendes tú por carácter?. Es no ser caprichoso o terco. El capricho o la terquedad, en cualquier grado, es una aberración que conduce al error. El carácter es la luz que lleva a un Ideal determinado, definido y claro; que en horas de tribulación conduce al hombre hacia adelante, victorioso y alegre, sin aferramientos. El carácter se forma de multitud de actos conscientes ejecutados diariamente, que se transforman en hábitos correctos, modelando así la personalidad a fuerza de paciencia, voluntad y acción. He aquí el Carácter: La resultante de tus acciones conscientes y elevadas, dirigidas unas veces a tu cuerpo y otras a tu espíritu; armada de la Razón golpea incesantemente ora en el mundo de la materia, ya en el mundo de los éteres. El equilibrio entre los dos te dará el verdadero Carácter: las pasiones y los sentimientos sometidos a tu Voluntad. De lo expuesto, amigo mío, se deduce fácilmente que hay necesidad de separar los anhelos de la Materia y los verdaderos del Espíritu. Tienes una parte animal que debes atender con sumo cuidado. Ese vestido que te oculta el Yo superior, ese tu Cuerpo Físico, requiere llevar impreso el sello indeleble de tu personalidad, de tu Carácter. Pero, escucha de nuevo con tu oído interno, porque a quien hablo es a tu Espíritu. Recuerda cuando te dije que te encontrabas en el planeta Tierra pasando por ciertas experiencias. Una de éstas y de las más importantes   es la formación de tu Carácter. Es el emblema del triunfo que mostrarás con beneplácito cuando regreses con tu "vestido dorado" a los dominios de tu Espíritu. Amigo mío: luchando contra circunstancias difíciles y hasta adversas es como se educa el carácter. Si en esos momentos de lucha, careces de carácter, irás al fracaso y te costará caro levantarte.

Debes adquirir la noción del Orden en todo y para todo. Observa la Naturaleza y verás que el primer ejemplo que te brinda es el de un orden perfecto. Solamente el hombre sin carácter introduce el desorden donde reina el Orden Universal. Abusa del equilibrio mismo de su cuerpo introduciendo el caos, sencillamente por falta de Carácter. Contrae enfermedades por causa del desorden, por no tener Carácter para imponer su Voluntad. El desordenado es como la pluma sujeta al capricho de los vientos. Revela que no se ha detenido a contemplar, a observar ni a obedecer el ritmo de la Ley Eterna del Orden en donde reina Dios. El Orden es Belleza, es Armonía, es Luz. Entonces, amigo mío, crea a tu alrededor el Orden, imprimiéndolo en todas las cosas, desde lo más pequeño hasta lo que consideres de máxima importancia y magnitud. Recógete a ti mismo y repítete: "Soy el Orden". Adquiérelo por hábito, pues es de tanta importancia esta cualidad en tu personalidad, que debes considerarlo como la base misma para la construcción sólida del edificio de tu Carácter. Procura, amigo mío, en cada momento de actuación, pensar que debes ser honesto, honrado, justo y equitativo. No adules, ni maldigas. No reniegues, ni repitas palabras sin sentido, tendenciosas o dañinas. Que todo lo que salga de tu boca sea como las notas armoniosas y dulces de un piano perfecto en manos de un artista genial. No olvides que debes a tu Cuerpo Físico el aseo diario, el acicalamiento sobrio y decente, el vestir correcto y limpio, pero sin ostentación ni lujo, y el alimento moderado y apropiado para su sostenimiento y renovación. El baño cotidiano es algo que reclama la dignidad de tu cuerpo, Templo del Espíritu Divino. No lo envejezcas, no lo envenenes, no lo mates lentamente. No abuses de él en ningún sentido. Sé moderado. Ten presente que el instrumento más preciado con que cuenta tu Espíritu en el mundo de la materia densa es tu Cuerpo Físico. Cuanto más saludable, más limpio, más rejuvenecido y más a tono lo mantengas dentro de las Leyes Naturales, tanto mejor responderá.

Es muy importante que des a tu Cuerpo físico aire puro, agua abundante entre una y otra comida, y ejercicios moderados y diarios, afirmando siempre tu Carácter en cada cosa que ejecutes por pequeña que ella parezca. Amigo mío: ¿Y qué decir de aquellas Facultades Superiores que son del gobierno de tu Alma? Un ambiente de armonía, de paz y de recta moral, propicia enormemente el desarrollo normal de tales facultades. Al mismo tiempo, tu Alma crece y se fortifica en la Luz Espiritual y en la Verdad, que son la Vida en sí. Rodéate de buenos amigos y de buenos libros. Forma en ti el hábito de leer a diario, aun cuando sea unos pocos minutos; de escuchar música escogida; de aprender alguna cosa útil, en que la mente se recree; de jugar sanamente; de reír, de gozar, de ser feliz y de pensar. Estudia la Naturaleza. Medita en sus misterios. Estúdiala con atención y arráncale el secreto del carácter. Allí está impresa la huella de Dios, de Su Carácter.Medita y reflexiónalo todo. No obres al impulso de una sugerencia amiga, sin antes meditar y resolver por ti mismo el paso que vas a dar. Ten carácter y no te dejes influenciar a tu alrededor, cuando tú sabes que no debe ser así. Cada día que pasa deberá ser para ti un motivo más para esforzarte en la búsqueda de la Verdad, del Conocimiento, haciendo un riguroso estudio de los acontecimientos transcurridos ese día, y enfocando aquellos detalles en que fuiste débil u obstinado; en que te faltó carácter para una correcta determinación. Así irás formando tu Carácter y no dejarás transcurrir los días sin resultado efectivo. Amigo mío: ¡Sé Alegre! ¡Sé Dichoso! ¡Sé Feliz en cada día que te muestre un nuevo Sol! Es una nueva oportunidad que debes aprovechar con júbilo para engrandecer tu Carácter. Que tu Carácter sea tan firme como ese Sol que te alumbra.  Amigo mío: Te repito que no tienes sexo para mí, hombre o mujer, ¡Eres Espíritu! ¡Eres Fuerza Constructiva! ¡Enciende dentro de ti el anhelo verdadero de la Superación moral, de la formación de tu Carácter! Esculpe en tu mundo denso, en tu mundo mental y en tu mundo espiritual el legítimo sello de tu Carácter, y... ¡Serás Libre!

 

CAPITULO 4

Amigo mío: ¿Por qué te aferras a tus viejas costumbres, a tus antiguos hábitos? Renuévate ensayando nuevas costumbres, hábitos correctos, acciones nobles, palabras de bien, conducta moral a toda prueba y pensamientos siempre elevados. Observa que todo se renueva en la Naturaleza. Esta vive cambiando siempre lo viejo y dañado, por lo nuevo y útil, Y tú, que eres la más grande manifestación de Dios sobre el planeta, con potestad sobre ti y sobre todas las cosas, con Voluntad consciente y propia; ¿por qué no haces un esfuerzo de superación renovándote completamente?. ¡Cuán sublime es desprenderse a conciencia de las imperfecciones contraídas en vidas anteriores, o en la presente, y rechazar la contaminación de influencias exteriores! Traemos del pasado muchas imperfecciones, enfermedades, inclinaciones, etc., pero con inteligencia, perseverancia y una absoluta confianza en el Poder Supremo, se pueden transformar en perfecciones, salud y acciones dignificantes. Tu Mente trae un lastre de confusiones que son borradas al contacto de la Luz plena, con tu Ser Real, siempre que tú te abras sinceramente para recibir su Luz. Imprimir un nuevo rumbo a la vida e internarse por las veredas que conducen al conocimiento, atravesando con paso seguro el Sendero de la Justicia y del Amor, es amigo mío sentirse invadido de sin par recogimiento al darnos cuenta de que somos inmortales, y como el Padre es Perfecto, así también nosotros podremos alcanzar esa perfección. Sí, amigo mío, tú eres inmortal. Tú eres eterno como Dios. Por debajo de la marea en que tu mente se agita, hay paz y serenidad. Esa Paz y esa Serenidad permanecen escondidas para los que se entregan única y ciegamente al espejismo de los sentidos. ¡Cuán desdichados son esos seres y cuán felices pudieran ser al descubrir la perenne calma que yace más allá de los sentidos!. ¡Basta, amigo mío! Sujeta la bestia. Domina el deseo. Templa el carácter. Convéncete, de una vez por siempre, que tú no eres ese cuerpo físico. que te proporciona placeres efímeros y que te hace suponer distinto a los demás hombres. Tú eres otro. Tú Eres el Otro. Eres realmente Aquel que se oculta a tu individualidad. Eres Espíritu y procedes del Gran Espíritu, del Todo.

Baña tu mente en la fuente cristalina y eterna de la Verdad. Templa tu voluntad en el yunque de la experiencia. Eleva el pensamiento hasta el santuario de la pureza. Busca, con el deseo más profundo y sincero, a tu Espíritu Inmortal que está dentro de ti compréndelo bien, amigo mío: tu Espíritu no se mancha, no se corrompe, no enferma, no se extingue nunca. El es inmaculado, incorruptible, salutífero y Eterno. El fuego no lo destruye, porque es la Llama misma. Ni el agua, ni el aire, ni la tierra pueden nada contra tu Espíritu, porque él es Uno con el Todo Omnipotente. El no bajará a la fosa como tu Cuerpo Físico, porque pertenece a los Arcanos Invisibles, en donde tiene su asiento perenne con su Padre Celestial, Eterno e Inmortal. Ya ves, amigo mío, que nada debe afligirte; que el temor en ti no tenía fundamento ni razón de ser; que tu pasado nada significa, siempre que en ti prevalezca la Voluntad de regeneración o renovación, el propósito firme de acogerte a la ley del Progreso, tanto física como moral y espiritualmente. Mas, mírate internamente. Desecha la costumbre de otorgarle supremacía a tu Cuerpo físico. Este debe obedecerte. Es tu servidor. Es tu instrumento. No le permitas sino aquello que únicamente le beneficie y mantenlo constantemente bajo el control de tu voluntad. Tú, amigo mío, has sido como quien nacido Rey- conviviera entre mendigos, y al reconocer su origen noble exclamara emocionado: ¡Soy Rey!. ¡SI, Tú Eres el Rey! Regresa a tu palacio encantado, donde moran la Virtud y el Bien. Abandona la mendicidad en que has vivido, porque eres dueño absoluto de invaluables tesoros. Como humano que eres, ten valor hasta para cometer errores: peca como Amo y no como lacayo. No disimules tus faltas. No trates (porque es intento vano) de ocultarlas a tu propia Conciencia. Reconócelas y así las vencerás. Transmútalas por algo digno y útil a ti mismo y a tus semejantes. Conserva la de la grandeza para meditar en tus yerros, y entonces te sentirás realmente Rey. Entonces, verás claro el Camino. La Verdad será contigo.

Pero, amigo mío, debes reconocer por doquiera al Padre. En la soledad intima donde mora el Espíritu, debes evocar al Sublime Espíritu de Dios. Confúndete con EL, haciéndote uno con todos los seres que pueblan los mundos visibles e invisibles. El está con todos y en todos, mas no le reconocen. El orgullo del hombre le mantiene en tinieblas. La ciencia desviada lleva al materialismo, pero cuando tiene el soplo del Espíritu conduce a la Inmortalidad. El error estriba, amigo mío, en creerte un ente separado. Esto es pura ilusión. Yo te digo que, así como las aguas corren por diferentes cauces para juntarse en un centro común, el mar, así también todos los Espíritus encarnados y desencarnados se deslizan por múltiples "Senderos de Evolución" hacia ese Centro Luminoso, hacia ese punto central, inmutable y eterno, ese Mar Infinito todo Luz y Misterio, que se llama Dios. Y así como en el mar las gotas unidas forman un todo armonioso en donde se reflejan, en combinación maravillosa, los colores de la luz, en un Todo donde palpita la vida, en un Todo que ruge y se levanta en noches tempestuosas, o, manso y tierno al ósculo de la Luna, besa majestuosamente con sus olas, las rocas y las playas... Así también, amigo mío, la infinita gama de espíritus que eternamente evolucionan en el Cosmos convergen para cantar en un solo todo, las bellezas indescriptibles de la creación, para formar los mundos donde la vida Una y Eterna evoluciona, y para reflejar las infinitas combinaciones de colores espirituales que irradian del Creador. Y como en el fondo del mar, existe también (en su fondo, donde tu ojo no penetra aún) una perenne Fuente de Creación Universal que ensancha el conocimiento y ennoblece la vida por doquier. Pero, amigo mío, no te envanezcas. No te dejes atrapar por el orgullo; no sea que te arroje a algún pantano y te quedes estancado como las aguas que se pudren sin salida. El orgullo te hará necio. Es como una venda que te oculta la Verdad. Es el opio que te sume en esclavitud. El orgullo te impide reconocerte; hace que te olvides de los deberes más sagrados, como hijo, como padre y como amigo.

Por tu culpa no reconoces a tu hermano. Te vuelves fatuo, necio y torpe. Por el orgullo te expones a que el desprecio o la risa despectiva se ensañen contra ti. Huye, amigo mío, del orgullo. Recuerda al "hijo del Orgullo" sepultado en las tinieblas. ¡Por cuántas amarguras tendrías que pasar en el curso de los siglos si no abatieras tu orgullo para siempre! Toma tu lanza, la Razón, y hiérelo de muerte. ¡Entonces te sentirás Grande! La Sencillez es la rosa perfumada de un jardín invisible. El Maestro Jesús, su Jardinero. Jesús el Nazareno, Espíritu de una evolución superior, que tuvo en sí, por sí y ante sí, Dominio y Conocimiento; que alcanzó ese grado de perfección al que todos nosotros, encarnados y desencarnados, llegaremos por esfuerzo propio; ese Espíritu generoso, sencillo y humilde, a quien obedecían las fuerzas de la Naturaleza, y que sin embargo se sintió Uno con Todos y Uno con el  Padre; que aún marcha por los mundos con la Paz en los labios y el Perdón en el corazón, debe ser tu espejo. Mírate en El y trata de copiarle; porque si dices que ha muerto es porque no le has conocido nunca. El mora en tu interior: ¡Búscalo en tu corazón!. ¡Cristo Vive en Ti: ¡Despiértalo!.

 

CAPITULO 5

Amigo mío: Tu Alma es la vestidura gloriosa de tu Espíritu. Sin embargo, eres un compuesto de Cuerpo, Mente y Alma, y de tu Espíritu manifestándose Uno a través de tales cuerpos. Te enumero, amigo mío, los vehículos por los cuales estás adquiriendo desarrollo en Sabiduría, para que al conocerlos veas con tu ojo interno la importancia de sujetarlos bajo tu permanente dominio y dirección, bajo el control de tu Espíritu. En las regiones de la materia, de la emoción y del pensamiento, es tu Espíritu el que debe reinar y nunca tu Yo Inferior. Ejercita la paciencia, amigo mío, llénate de Paciencia, Paz y Fe. En la búsqueda de la verdad, asiéntate sobre este triángulo: Paciencia, Paz y Fe. Porque habrá momentos en que te sentirás impaciente, decaído, desilusionado y hasta con dudas. El motivo, amigo mío, está en que te parece que nada has conseguido y que no progresas. Pero Yo te digo que sí avanzas en el Sendero del progreso y de tu liberación, desde el instante mismo en que elevaste el pensamiento y trataste de ensanchar tu Conciencia en las cosas del Espíritu. Sólo tu Maestro, tu Gula, sabe marchas adelante. El te irradia desde la Conciencia intima de su ser espiritual, derramando sus efluvios constructivos sobre ti. Que tu Mente recibe cada día más, y poco a poco se irá expandiendo y aumentando al contacto de la Mente Suprema, de donde recibe Sabiduría Espiritual. Pero este conocimiento es hijo de tu propio esfuerzo. No desfallezcas y ármate de Paciencia, Paz y Fe. Nada en la Naturaleza se obtiene de un salto, en forma brusca. Todo es gradual, pero firme y positivo. Todavía te afectan tus antiguas creencias y tus prejuicios, profundamente arraigados en ti. La lucha es dura, pero mira siempre adelante, que tus esfuerzos íntimos te darán el Triunfo. No lo dudes. Cree firmemente en Mí. Ya te prometí, amigo mío, que te ayudaría. Sígueme de buena voluntad, con ardientes deseos de progreso, y al final del camino nos daremos el abrazo a los pies de tu Maestro. Marcha sin descanso, sin mirar el reloj de arena, con paso firme y la vista fija en el porvenir. No dudes nunca, que la duda es un crimen cuando ha penetrado un destello de la Sabiduría de Dios dentro de tu Mente en el estado actual. Si dudas de la Realidad de tu Ser, necesariamente dudarás de Dios.

Yo vi retroceder un Espíritu muchos jalones en el camino de su evolución, al quedarse inmóvil por causa de la duda. ¡Quién sabe cuántos siglos pasarán sobre su conciencia adormecida por la duda hasta que de nuevo un rayo de la Luz rompa la noche de su inercia! Ten Fe y más Fe, pero siéntela como una Fuerza dentro de ti, como un sentimiento lleno de Poder, que despierta la confianza y la serenidad dentro de tu corazón. Sí, amigo mío, ten plena confianza en el espíritu Divino, en Dios, y aun cuando tus sentidos físicos te engañen una y otra vez, aun cuando salten como jaurías tus pasiones, tus deseos, tus mentiras, no sucumbirás si has colocado por encima de todo tu confianza en Dios llegará el momento en que reconocerás claramente que son "pruebas" que debes afrontar y de las cuales habrás de salir triunfante. Lo mismo ocurrirá cuando tu mundo emocional te estruje el corazón: todo lo verás negro, pero de repente se romperá el velo y verás allí la prueba" si tuviste Fe. Es esta Fe la que te dará la victoria, es por el que llegarás a la Meta.. ¡Tuyo es el Triunfo! Amigo mío: Las fuerzas sutiles son más potentes que las densas. Y existen además otras fuerzas aún mucho más poderosas que aquellas fuerzas que todavía no son del dominio del hombre, pero que lo serán cuando se haga digno de manejarlas. Tales fuerzas te pertenecen, pero para arrancar al Cosmos sus secretos, es de rigor que no exista ni la más pequeña brizna de "duda" en tu corazón. Hace dos mil años que el Maestro Jesús dio la clave, pero todavía no le creen. Los hombres no conocen la verdadera Fe, que es la que yo quiero hacer brotar en tu corazón. Nunca dudes de la Energía Creadora, y comprobarás por ti mismo las palabras del Maestro. ¡apodérate del secreto y avanza! ¡La Fe es Una Fuerza!. Tú dispones, amigo mío, de una lámpara que alumbra con fulgores de Sol en la materia densa es tu Inteligencia; otra más potente, que irradia Luz desde el mundo mental: tu Alma; y un gigantesco faro luminoso que se levanta enhiesto en el mundo espiritual: la Luz Eterna. Doquiera vas tú adquiriendo sabiduría o Conocimiento, llevas contigo una lámpara que te ha otorgado el Creador para que nunca estés a ciegas. Pero cuida, amigo mío, que esa Luz, la triple lámpara en una sola llama, vaya creciendo hasta obtener el fuego sagrado de la Sabiduría de modo que en todo momento brille esplendorosa derrotando las tinieblas. Esa Luz también es otra fuerza de incalculable poder. En realidad, es la Fuerza Suprema que remonta al Espíritu hasta la inefable excelsitud de Dios. Amigo mío: cuando la Luz Interna resplandezca en ti, te encontrarás ya en las regiones del Amor, del amor universal, del amor puro, del aliento mismo de Dios.

He aquí, amigo mío, la Fuerza Creadora: El Amor. Mas no aquel del instinto que envilece y rebaja la condición misma del hombre; no ese reflejo de tu parte animal que te sofoca, te engaña y te deja en decadencia y ruinas... ¡No, amigo mío, el Amor es tan sublime que no se puede definir! Es el éxtasis de sentirse vibrando cerca a un ser visible o invisible con un sentimiento de Paz, de infinita ternura, de amor universal. Es llenarse de desprendimiento total para con el ser amado y olvidarse de todo. Es sacrificarse en aras del Ideal. Es "penetrar el Nombre Exacto de las cosas y de los seres", para pronunciarlo con unción y reverencia, contemplando el fenómeno de la realización instantánea... Entonces, amigo mío, ya no podrás jamás ser indiferente ante las calamidades ajenas, ante la desgracia del hermano. Y tenderás la mano con largueza ante la miseria humana, como lo hace a diario la bendita mano del Creador. Entonces, serás como el rayo del Sol, o como la lluvia benéfica que fertiliza la tierra sin pedirle cuentas. Entonces, te sentirás uno con Dios. Amigo mío: ¡Que el poder del Amor penetre todo tu ser para que encuentres el misterio de la vida, ahora en tu presente encarnación, y abrevies tu sufrimiento en los planos inferiores, hasta que puedas pasar a regiones sutiles donde todo es Salud, Paz y Armonía...! Allí  es, amigo mío, donde ansió verte. ¡Amalo Todo, como ama Dios! Aprende a Servir, amigo mío, y las puertas del amor se abrirán ante ti. Pero sirve con desinterés. No esperes recompensas. Cada vez que sirvas, imprime en el acto ejecutado un pensamiento de Paz y de Amor, y olvida tu favor. Dios no te pide nada y te ha dado todo. Procede como El y le darás Gloria. Demuéstrale a Dios que lo amas, amando a tus semejantes.  Amando el agua que bebes. Amando el aire que respiras. Amando el alimento que ingieres. Amando los animales de todas las especies. Amando, en fin, todo aquello que El puso a tu disposición, por efecto mismo de su Amor. Y aún más: ama la misma Ley que te priva del bien que más estimas. ¡Esa Ley que te hiere y te entrega al sufrimiento, al Dolor!... Entonces, amigo mío, "la puerta de oro" de un Cielo desconocido se te abrirá en plenitud abundancia, de recompensa, de satisfacción, de dicha, de paz, reconociendo la Voluntad Suprema, la Eterna Ley. Y al sentir esta Ley en armonía con tu Espíritu, contigo mismo, ascenderás vertiginosamente en la Escala Evolutiva del Progreso Espiritual.

 

CAPITULO 6

Oye, amigo mío, pero oye con los oídos de tu alma: No te importe el que te hayas revolcado en el fango de vicios vergonzosos y de pasiones nefandas. Tú puedes levantarte Hay un camino seguro para salir del estado de postración en que te encuentres, por enfermo que te sientas, pero siempre y cuando existe en ti un vestigio de Voluntad. No importa lo terrible de tu condición moral o psíquica. Existe un camino ancho y luminoso como un reguero de estrellas: Es la Oración. Si, amigo mío, recógete en ti mismo. Aíslate en la soledad con tu Conciencia. Colócate ante la presencia de Dios y eleva una plegaría con la fuerza misma de tu dolor. El, que te dio todo, seguirá dándote más en su misericordia infinita. Ten por cierto que El jamás niega nada de lo que en justicia se le pide, y que el pan espiritual cae como maná bendito sobre el que tiene hambre. El conoce las profundidades del corazón humano y reconoce los esfuerzos de los que quieren romper las cadenas para elevarse a las alturas de Su Gloria. Ora, amigo mío, elevando tu corazón y tu pensamiento a las Alturas, con la fuerza de la emoción en el sentir. Espera con fe, pues la comunión milagrosa con aquellas Regiones Suprafísicas te proporcionarán de la Provisión Eterna, todo lo que necesites y pidas para ti y para tus hermanos en la humanidad; en cambio huye del "rezo" cuya repetición mecánica te aísla de Su Infinita Gracia, de Su Comprensión y de Su Sabiduría. Debes reconocer que eres libre y que todo está dentro de ti. Lo que sientes y quieres, nadie puede medirlo ni expresarlo. Ello queda entre tu Yo y tu Creador. Haz que la oración sincera nazca de ti. Basta con un deseo ardiente, con un pensamiento nítido, con una palabra salida del fondo de tu corazón, para que surja de ti una Verdadera plegaria, suba al cielo y llegue a Dios. En tu corazón, en tus labios y en tu mente está siempre lista la oración cuando te inclinas al Bien en arranques de sinceridad.

Amigo mío: Ya sea que te encuentres pasajeramente dichoso o que las garras del sufrimiento te sujeten a la desesperanza, eleva tu plegaria a las alturas. Diariamente remonta tu pensamiento, tu mente y tu corazón, en la confianza de que un rayo, un destello de Luz bajará a ti convertido en más felicidad, o en esperanzas que te darán fortaleza. Ese rayo baja silencioso, como el rayo solar que vivifica el espacio. Así bajará a tu corazón, cuando el dolor te unja con su presencia, para cicatrizar la herida o para soportar su garra. ¿No has sentido, amigo mío, la Presencia de Dios dentro de ti? El se manifiesta con la Oración, y es allí donde debes buscarlo y sentirlo. Mientras goces o sufras, búscalo dentro de ti, que en vano lo busques por fuera si antes no has contemplado su rostro siempre hermoso, sonriente a tu corazón.  Pero, volvamos al Dolor, amigo mío. Te digo que el Dolor es sublime. Bendice el dolor que azota tu ser, porque el dolor te hará grande. El dolor es patrimonio de la inmortalidad, como lo es el amor. Son dos caminos que conducen a la inmortalidad. Del dolor saldrás purificado y rejuvenecido cuando brille para ti la conciencia misma de la Verdad, de la Sabiduría. Igual te ocurrirá con el Amor. Por cualesquiera de estos caminos que tengas que transitar, marcharás con paso cierto hacia la Meta. Amigo mío, no rehúyas al dolor, pero trasciéndelo para que pagues tu deuda pendiente el Camino de la Evolución. Nada se consigue sin el amor o el dolor: desde la loca pasión hasta la exaltación poderosa del sentimiento más puro; desde el sacrificio humilde hasta el orgullo personal; desde el trabajo rudo hasta el intelectual; desde el conocimiento infimo hasta el conocimiento de Dios. Todo, amigo mío, todo lo que ocurra desde el nacimiento hasta la tumba, y aún más allá... está regido por la Ley, cuyas dos manifestaciones son el Amor y el Dolor. El Dolor puedes transmutarlo en Amor. Tú estás colocado en el Centro, y tienes libertad para ajustarte a uno u otro lado. El dolor, amigo mío, te enseña que al nacer en el planeta Tierra ya has infringido la Ley, y debes aceptarlo con amor, como tributo a tu progreso en la Senda Evolutiva. Por este medio, aprenderás que es sujetándose a la Ley como se consigue Felicidad y Sabiduría, tanto en el mundo material, como en el mental o el espiritual. Todo lo gobierna la Ley, pues "como arriba es abajo; y como abajo es arriba". Manteniéndote dentro de la Ley, te acompañará el Amor, que en si es Felicidad. Esto no se compra con dinero. Se compra con Amor o con Dolor.

Cuando vivas, amigo mío, en armonía con la Ley serás feliz, eternamente feliz. Pero bendice al Dolor, porque te muestra la Causa; porque te enseña a no delinquir; porque te enseña a respetar las vidas de los animales y de los hombres; te enseña a no tomar lo que no es tuyo; te enseña a no codiciar lo ajeno; te enseña a no pensar mal de nadie; te enseña a no desear a otro aquello que tú no quisieras para ti. Un mal pensamiento o un mal deseo te acarreará tanto daño como si hubieras cometido el acto mismo, y quizá más, porque cometiendo el acto delictuoso podrías arrepentirte de una insana pasión al contemplar con tus ojos materiales el funesto resultado; en cambio, lanzando el pensamiento y la fuerza del deseo, aun cuando vieras el resultado no reconocerías que es obra tuya. Además, el pensamiento y el deseo pueden repetirse indefinidamente, a cualquiera hora y en cualquier lugar, incrementando así el mal que con ellos puede hacerse. Mas, de ahora en adelante, cree firmemente que el pensamiento también mata. Sabe que el pensamiento es también un arma afilada y peligrosa. Sabe que, si has deseado la ruina material o moral de alguien, y después lo encuentras en el estado que tú deseaste para él, en la situación en que tú quisiste verlo, tal estado o condición es obra tuya. Que si has deseado el bien en una u otra forma a alguien necesitado de ayuda, y después lo ves como tú lo habías deseado y pensado, también es obra tuya. No causes, pues, ningún mal con tu pensamiento. Y aprende por tus sufrimientos que aun cuando nadie te esté viendo en el momento de cometer un error, el ojo de la Ley te está enfocando, y el Dolor te azotará hasta que nazca en ti la conciencia. Hasta que respetes la Ley, ya en tu soledad o en compañía de tus semejantes. Hasta que puedas remontarte a lo más alto del Universo, transformado por el Dolor y con pleno conocimiento de la Ley. El placer mundano, amigo mío, te conducirá al error. Sitúate en el Centro. Conserva el Equilibrio. Eres libre de hacer cualquier uso (recto o equivocado) de lo que posees en ti, o de lo que la vida te brinda; pero te aconsejo Cordura, Discernimiento, Voluntad. "Haz lo que quieras; pero recuerda siempre que de todos tus actos tienes que dar cuenta". Evita las sombras, para que no tropieces. Busca el Sol, la Luz, la Verdad. Rehúye lo efímero y prefiere lo duradero.

Ya te hablé de la especial tendencia que debes imprimir a tu Carácter. No lo olvides, porque, una vez equivocada la Senda, tendrás que caminar por veredas y encrucijadas, por entre espinas, hasta que encuentres el Verdadero Camino que te llevará a tu morada legítima, al estado de Perfecta Sabiduría. ¡A la Meta!. Recuerda, amigo mío: Tienes un Maestro que te guía. Pero, óyelo bien: Las personas que te rodean y te hacen sufrir o gozar, son también tus Maestros. Ellas te enseñan a conocer la Ver dad, a ejercitar la Paciencia, la Caridad, el Amor. Te enseñan a perdonar al sufrir sus traiciones; a sellar tus labios con sus murmuraciones; a corregir tus defectos, mirando los de ellas; a ser dulce y paciente, observando sus iras. Te incitarán a la prudencia, conociendo sus desvíos; a la honradez, compadeciendo sus deshonras, y a ejercitar la justicia, cuando se envilecen envueltos en mentiras. Aconseja a tus "maestros Cotidianos", no para humillarlos echándoles en cara sus defectos, sino para hacerles ver con cariño y suavidad sus errores, de modo que puedan corregirlos. (Recuerda las palabras del Maestro: "El que se crea libre de pecado que lance la primera piedra".) Bendice en tu interior a los que te hacen llorar, pues por ellos has adelantado un paso más en tu Camino.

También, amigo mío, existe otro Maestro y es aquel que está contigo permanentemente. Es el Maestro Interno. Es la Chispa Divina. Es tu Espíritu. ¡Es éste tu Verdadero Maestro! ¡Reconócelo!... Tú no necesitarás de ningún otro para adelantar. Para mantenerte firme. Para penetrar la Sabiduría. Porque tu Espíritu es el Progreso, es la Roca, es la Sabiduría y, en último término, es la Vida. Para que adquieras conocimiento de ti mismo, lucha con desinterés tu Guía y te empuja hacia aquellos que te hacen sufrir. Pero cuando lo hayas encontrado a base de Dolor y de Experiencia, de Reflexión y Discernimiento, se alejará de ti con paso alegre y radiante. Tú tienes, amigo mío, la tendencia de irradiar con furia contra las personas y los animales, y aun contra las cosas. Mas no procedas de ahora en adelante como el necio o como el ignorante, No des cabida en tu mente a tonterías. No permitas que corrientes extrañas se apoderen de ti y te hagan exclamar frases de violencia y de ira. Pierdes tus fuerzas materiales y mentales con tales explosiones. Eres juguete de extraños y no dueño de ti mismo. Cada vez que te sientas irritado, piensa que delante de ti está tu Maestro. Reflexiona y sé paciente. Piensa también que hay seres invisibles a tu alrededor que tratan de irritarte para tentarte y hacerte caer. ¡Recházalos! Oponerse a esas corrientes es un ejercicio que requiere tu personalidad. Así, pues, vives o mueres todos los días según que sucumbas o triunfes en las "pruebas". ¡Así te vas haciendo un Co so de la Eternidad!. Discierne, compara, estudia y profundiza el corazón humano. Resiste: sé paciente ante lo que puedas o no explicarte momentáneamente. Sé caritativo y razonable; fuerte en la adversidad y grande en el Perdón. Sé prudente en todas las ocasiones, favorables o contrarias. Recibe, amigo mío, mi Pensamiento de Triunfo para ti.

 

CAPITULO 7

Amigo mío: El Pensamiento es la fuerza que plasma los mundos. Tú mismo "eres un Pensamiento de Dios". Todo lo que ves, todo lo que te rodea, todo lo invisible, es producto del Pensamiento Eterno. ¡Qué Fuerza más potente llevas dentro de ti! Conócela y desarróllala. Pero esta fuerza que, en apariencia, emana de tu mente y de tus actos, es sin embargo algo diferente a tu Mente, a tu Cerebro. El Pensamiento está mucho más allá y tiene, por así decirlo, su propia individualidad. Los pensamientos no salen, sino que entran. Después de que penetran en ti, salen de ti, como el vapor que se escapa de un generador para producir ciertos efectos. Cuando dejes la Tierra, tus pensamientos se mecerán majestuosos o pequeños en la atmósfera mental que ha rodeado y rodeará entonces a tu Alma. Amigo mío: Si tú llegaras a conocer toda la realidad que encarna tu Fuerza-Pensamiento, sabrías colaborar en la creación del mundo. Escucha con tu oído interno: Es para engrandecer tu Pensamiento y engrandecer el Universo, que bajaste a la materia. Nunca llegarías a ser lo que eres ni lo que serás, si no hubieras encarnado para ampliar tu Pensamiento. La materia es un velo muy denso donde tu pensamiento tiene que ejercitarse para llegar a dominarla hasta esculpir fielmente su esencia espiritual en el mundo que te rodea. Nunca intentes quitarte la vida, ni dejarte obcecar por pensamientos suicidas, despreciando así la oportunidad que te da tu presente encarnación para robustecer y elevar el poder de tu pensamiento. Es en la Tierra, en medio de un ambiente rudo y difícil, donde puedes engrandecer tu verdadero Ser Espiritual. Pero recuerda que la "muerte" natural es el mayor de los bienes, y cuando te llegue el momento de partir, siéntete dichoso porque es un privilegio para tu liberación. Oye, amigo mío: Con el Pensamiento puedes viajar por el firmamento. Pasearte de estrella en estrella. Para el pensamiento no hay distancia y puedes penetrarlo y conocerlo todo.

Haz que la Imaginación se una al Pensamiento. Las fuerzas masculina y femenina, unidas y empleadas a conciencia, pueden remontarte a los más remotos arcanos; pueden cubrirte de gloria, hacerte poderoso, rico, amado; como también, mágicamente, hacerte descender a las sombrías regiones inferiores, donde se enseñorean los horrores del mal. Pronto sabrás qué tan importante es para ti conocer la manera de encauzar esta Fuerza Pensamiento, para con ello colaborar en el Gran Plan Divino. Porque existe un gran plan de la Creación, en el cual todos somos parte activa y ahora te doy las enseñanzas para que avances en tu evolución y puedas así cumplir más rápidamente la misión que te corresponde. Tienes por delante una misión que cumplir, conocida o no por ti, positiva, real e inminente. Aprende, amigo mío, a manejar el pensamiento para bien de la Creación. Sabe que tan reales son los pensamientos como lo son las cosas o los objetos físicos que percibe tu vista material. Un pensamiento unido a la imaginación llega a su objetivo. Por eso la prudencia y la sabiduría enseñan que deberás lanzar pensamientos edificantes y jamás pensamientos destructivos, porque son fatales. Y son fatales, porque existe una ley, en obediencia a la cual, todo pensamiento que haga daño regresa a la persona que lo emitió. ¡Cuánto tienes que aprender para manejar tu pensamiento! Obsérvalo, razónalo y descubrirás si su esencia construye o destruye. Cuando alguien ofenda, o cuando alguien te envié una onda de odio o de venganza, devuélvele un pensamiento fuerte de amor, porque es el antídoto para desviar la corriente y para ayudar al mismo tiempo a tu enemigo. Hace veinte siglos el Gran Instructor trajo el divino mandamiento del amor, que es la fuerza que gobierna el Universo, más la humanidad no lo realiza y antes bien lo considera como palabras sin sentido, pero ¡te aseguro que ese mandamiento es perfecto y es eterno!. Devolviendo amor por odio, harás luz en tu enemigo y él reconocerá su error. Podrás también ganarte un amigo; quizá tu mejor amigo de hoy pudo haber sido tu mayor enemigo de ayer. La luz disipa las sombras, y el error huye cuando nace la verdad. Si comprendes la verdad de que lo que se piensa se convierte en realidad, entonces no dudarás de las enseñanzas que te doy.

Estas páginas que estas leyendo nacieron de un pensamiento. ¿Por qué existe todo lo que te rodea? Porque nació de un pensamiento. ¿Por qué los descubrimientos y los inventos de la Ciencia? Porque el pensamiento se plasmó en la materia sutil y luego descendió a la mente humana concreta y ésta lo realizó con los elementos físicos del Planeta. Si, amigo mío, bendice al Padre que en Su Omnipotencia Divina y en Su Misericordia Infinita puso en ti un destello de su admirable perfección. El Pensamiento: Por el pensamiento reconocemos que somos hijos de Dios, y que somos Eternos también, como Su Pensamiento. ¡Y cuánto se sufre cuando vemos seres ignorantes de las Leyes de la Naturaleza que juegan ciegamente con el pensamiento, utilizan dolo inmisericordemente para el mal! Cómo lo ensucian y degradan, y lo envilecen brutalmente, encarnados y desencarnados, para sus satisfacciones innobles. Mas tú, amigo mío, eleva tu pensamiento de amor hasta las plantas del Padre, que El te lo devolverá henchido de poder y de éxito, de amor y de paz. Como esta fuerza maravillosa puede crear el orden o desatar el caos, medita y somete a la razón tus pensamientos antes de lanzarlos. Estudia y analiza sus resultados, y si estás de acuerdo con la justicia, vibra fuertemente con deseos de servir y ayudar, irradia tu querer y espera. Si es así, no dudes del éxito porque tus pensamientos de servicio y de ayuda serán una realidad para quien los emita y para tu propio bien. Piensa y actúa. ¡Que el pensamiento sublime del amor y del bien te cobije siempre! Con la misma fuerza del pensamiento saliste del Seno de Dios y heredaste Su misma Potencia. Por eso eres libre como es libre el pensamiento de Dios. Amigo mío: Si la Potencia Creadora retirara Su Pensamiento, por un instante nada más, todo desaparecería. La Luz se extinguiría. La "muerte" que en verdad no es muerte mientras actúe constantemente el Pensamiento, sería entonces verdadera muerte. La Creación Infinita, donde tu Espíritu encuentra siempre promesas de nuevas vidas, de nuevas formas, de nuevas revelaciones, está sostenida por el Pensamiento. ¡Pensar es vivir! Entonces, amigo mío, vive pensando. Vive construyendo. Vive engrandeciéndote en cualquier lugar donde te encuentres, para lo cual haz contacto con el Pensamiento Divino, fuente de toda gloria y poder.

Amigo mío: Si con plena conciencia llegó hasta tu conocimiento el secreto que reside en el poder de la Fuerza pensamiento podrás transformarte en el Hombre que tú piensas. Te digo más todavía: puedes transformar el mundo. Tal es su Poder. Si esa Fuerza emana de varias voluntades que vibran al unisonó en un solo deseo, claro y definido, de servir y ayudar a las humanidades terrestre o suprafísica, es con seguridad que se está colaborando en el Gran Plan Divino. Y al servir con desinterés, con devoción y amor, tu Espíritu se engrandece. Servir a los demás, sin buscar beneficio propio, es servir a Dios. Y, cuando el Servicio trasciende el interés personal, es unirse a El. De aquí se deduce, amigo mío, que el secreto del éxito de toda asociación de carácter espiritualista consiste en irradiar el pensamiento con centrado en un deseo ardiente, desinteresado y sincero de ayudar a los demás en lo material, lo moral y lo espiritual, con desprendimiento y con Amor. Y en cuanto a las reuniones que tales asociaciones realizan con objeto de lograr el perfeccionamiento integral (físico, mental y espiritual) de sus miembros, es del todo indispensable que el pensamiento sea limpio y puro, para que los Espíritus, los Guías, que allí acudan a iluminarlos, y ayudarlos, sean de una elevada evolución, y así puedan obtenerse de ellos enseñanzas sublimes y mensajes elevados. Entonces la comunicación es perfecta en el Amor y la Gran Obra se engrandece. El mayor anhelo de los que han trascendido la materia envueltos con los efluvios del Bien es Ayudar. Medita y comprende. Amigo mío: Cuanto más correcto sea tu diario proceder, y cuanto más altruistas sean los pensamientos que embellezcan tus acciones, tanto más poderosa y mejor será la fuerza encamina da hacia la verdad que irás desarrollando. Como ciudadano del Cosmos debes hacer uso de un derecho que te pertenece: El pensamiento. Pero empléalo con Justicia, equidad y amor. Conocedores algunos espíritus encarnados de la potencia a que me refiero, han organizado centros espiritualistas u ocultistas, en donde hombres libres y de buenas costumbres, sin prejuicios ni dogmas, de una moral acendrada, ejercitan el pensamiento en pro de la Evolución. Buscan allí la Luz y practican las enseñanzas que encarnados y desencarnados les brindan como fruto de su experiencia en la Vida del Espíritu.

Si tú que me lees, hombre o mujer (que para mí es igual, pues te repito que te trato como a Espíritu, y como tal no tienes sexo), perteneces ya gracias a la liberación de tu Mente a algunos de esos Centros, Logias o Escuelas de Perfeccionamiento, influye con tu buen ejemplo, tus costumbres sobrias y la sencillez que imprime una recta moral, a enaltecer sus fines. No importa la filiación de tu comunidad. Lo que sí importa es que des al mundo tu pensamiento justo. Tú puedes darle la Paz, el Equilibrio, la Justicia, la Equidad, el Conocimiento, el Arte y la Belleza, y enseñar a todos los seres que somos Uno con el Padre. ¡Tú lo puedes! Acerca tu pensamiento al Padre, y pide con tu corazón por los necesitados, por los hambrientos de Amor y de Justicia, por todos los hombres que todavía están en las tinieblas. No permanezcas indiferente, amigo mío. Mira que los desórdenes de tu morada terrestre son la consecuencia directa del empleo incorrecto del Pensamiento. Contrarresta esa fuerza con otra más potente que brote de tu ser, preñada amor. Tú eres Voluntad. Actúa sin tardanza, que en quizá mañana sea tarde. Tú puedes disponer a tu antojo del presente. Aprovéchalo. Voluntad y Acción son atributos de tu Espíritu y es El quien debe mandarte. ¡Obedécele! Duro es decirlo y reconocerlo. Existen, amigo mío, grandes corrientes de egoísmo, de ambiciones sin límites, que hacen dura la lucha. La ceguera espiritual se extiende, pero tú puedes detenerla. Es con la plegaria, es con la oración, es con el pensamiento y la imaginación bien encauzados como se tuerce la corriente contraria y se le neutraliza. Despierta, amigo mío, y trabaja sin cesar. Anteponer el deber al lucro personal es conocer la esencia misma de tu divinidad. Escucha con tu oído interno, amigo mío: Olvídate de ti mismo y entrégate por completo al bien universal, y así cuando te encuentres pidiendo a la Mente Divina que te sature de su Luz, de su Poder y de su Sabiduría, para derramar esas fuerzas en corrientes de Paz, de Salud y de Justicia, de Alegría y de Amor sobre todos los seres.... más poderes te serán dados. Conserva puro el corazón. Templa el alma. Recuerda que el Ojo de Dios atraviesa tu ser. Clama con todas tus fuerzas a los Espíritus de Luz, a los Maestros de Sabiduría, que te iluminen, y recibirás los dones que requieres para hacer el bien. Son varios los Senderos que llevan al Conocimiento Perfecto. Por todos fluye la Verdad. Pero óyelo bien, amigo mío; es por el Espiritualismo, por la evocación interna, sincera y de recta intención entre el Hombre y su Creador, como se llega más directamente. Cuando te digo Hombre, significo Aquel que está dentro de ti: tu Espíritu mismo. De modo que la evocación, o la comunión, es de espíritu a espíritu, en todos los planos. Y el puente que los une, el Pensamiento.

¡Que, en la noche silente, tu grito hiera los espacios y en medio de la Luz resplandeciente de la Creación, un rayo de nuestro Padre te ilumine! Amigo mío: Te digo que el suceso más grande que ha ocurrido sobre el planeta Tierra es el advenimiento de esta ciencia sagrada, el Espiritualismo. Y es por este conocimiento que puedes penetrar en moradas ocultas para los ignorantes. Y es por el Espiritualismo que el Pensamiento se eleva en todo su esplendor; de espíritu a espíritu; de fuente a fuente; de mundo a mundo. Es por el Espiritualismo que tú dices: ¡Creo! Es por el Espiritualismo que conoces la Libertad. Es por el Espiritualismo que conoces a Dios. Ama tu ciencia y practícala. Estudia sus diferentes facetas y compáralas. Te digo, amigo mío, que la expiación o ley de consecuencia puede atenuarse. Basta que la Luz penetre en ti con todo su esplendor y despeje la Ignorancia y el Error. ¡Tú puedes cambiar tu Destino! Sea éste cual fuere, cuando te acojas al Bien en todas sus manifestaciones de grandeza y de virtud, cuando tu Voluntad rija tu pensamiento. Es hora ya de cambiar tu vida. ¡Ordena y Actúa! El Pensamiento es vibración. Vibra entonces en alas de tu Imaginación, y acércate al lugar mismo de los elegidos, es decir, donde se encuentran aquellos Espíritus de voluntad fuerte y dueños de la Justicia, el Amor y la Belleza. A donde todo es Paz. Paz en tu interior: en ti mismo y siempre delante de Dios. Todo puedes conseguirlo, amigo mío. No importa cuál sea tu estado y condición en estos momentos. Basta enviar un pensamiento sincero y ardiente a la Mente Infinita, para que se cumpla tu deseo. Todo lo que el Hombre piensa con Voluntad, se realiza. Pero entiende que ello no es al minuto. Tienes que esforzarte para que converjan las corrientes todas hacia la realización. No olvides que delante de ti, frente al momento en que vives como encarnado, tienes una Eternidad. Podrás regocijarte con tu triunfo en la Tierra, si así supiste brillar en inteligencia, en verdad y en justicia; o alcanzar tus fines en otras encarnaciones y en otros mundos. La graduación en todo lo que reina en la Naturaleza te demuestra que no es de un salto como se adquieren los bienes del Espíritu, y que la marcha es lenta. Sin embargo, las leyes se pueden violentar cuando la Voluntad es la que efectivamente manda. Cuando el Espíritu es el que dirige. De aquí los sucesos llamados "milagros". Son efectos de la Voluntad y el Pensamiento en acción. La Ley se cumple, pero recuerda que el Pensamiento fue primero. Ya te dije que Dios, en Su Sabiduría Infinita y Misericordiosa, te había dotado con su destello Omnipotente: El Pensamiento. Y cuando tu Mente esté tranquila recogerá mejor el Pensamiento. En mi próximo mensaje te diré lo que debes hacer para conservar una mente tranquila y reflejar el pensamiento fielmente. ¡Que la Mente Suprema te ilumine! ¡Medita, Estudia y Piensa!

 

CAPITULO 9

Amigo mío: Hay muchos caminos que conducen al verdadero Conocimiento, y sistemas más o menos complicados para conseguir una Mente tranquila. Yo te guío: tú, sígueme. Mi método es sencillo y seguro. El resultado es inmediato. Hablemos primero de la Mente. ¿Acaso reside ésta en tu cuerpo denso? Óyelo bien, con tu oído interno: La Mente es Luz que de la materia no podría brotar. Por tanto, amigo mío, la Luz continúa alumbrando al apagarse tu cuerpo físico, que nunca se la dio. Tu mente reside en tu Cuerpo Sutil. Ahora tenemos que, por los sentidos, tú conoces el mundo material que te rodea. La impresión pasa luego a tu órgano central, el cerebro; de aquí, a la Mente y de ésta a tu Alma. El proceso es reversivo, y entonces tenemos que: tu Alma se proyecta en tu Mente; de esta pasa la experiencia a tu órgano central, el cerebro; y de aquí al dominio de tu mundo material. De modo que, por tu Mente, tienes la conexión entre tus dos mundos: el Visible y el Invisible. Pero sabido es, tanto de encarnados como de desencarnados, que mantener una "mente tranquila" es realmente difícil cuando falta disciplina en el sujeto. Y es el dominio sobre tu Mente lo que Yo quiero darte. Tú, debes dominarla y nunca ser juguete de ella, pues sería tanto como si fueras a caballo sin poderlo gobernar. Serías seguramente botado al suelo exponiéndote a sus coces. Algo semejante te pasaría con tu Mente si no pudieras dominarla. Reflejándose en tu Mente tú mismo ser espiritual, comprenderás la importancia de una Mente dócil a tu Voluntad. Para conseguir esa quietud, sólo te pido cinco minutos, dos o tres veces por día, de los que bien puedes disponer cuando hayas terminado tus quehaceres. Verás por propia experiencia que muy pronto podrás ordenarle a tu Mente: ¡Aquiétate!, y te obedecerá. Entonces obrará como un espejo que copia tu Alma, será como el mar en su gran serenidad que refleja el firmamento. Amigo mío: Al disponer de 5 minutos, retírate a un lugar aislado, solitario, donde nada ni nadie te perturbe o te distraiga. Desecha todo pensamiento o idea acerca de lo que estabas haciendo, de lo que te rodeaba hacía unos pocos minutos. Olvida tus ocupaciones, tus obligaciones, tus compromisos, tus problemas. Olvida todo lo del mundo material. Piensa entonces en la vida del Espíritu, en la Vida Superior. Sé un soñador, un visionario.

Ahora estás viviendo un mundo de bellezas en donde todo es Luz y Armonía y Música celeste. Hay espíritus lumínicos cual ángeles vestidos de sol. Remóntate bien alto..., bien alto..., ¡más alto! Después, baja de tu sueño y vuelve al mundo que dejaste. Repite la experiencia día a día, que, con este sencillo ejercicio, de aparente simpleza, irás desenvolviendo el ambiente propicio en que tu Mente irá creciendo dócilmente y cayendo poco a poco bajo el dominio hipnótico de tu propia Voluntad. Llegará un día, pero un día más cercano de lo que imaginas, en que tu Mente quedará quieta, en completo reposo, y esperando el beso inefable de lo Eterno durante algunos instantes no pensarás en nada. Tu mente quedará vacía de pensamientos. Entonces, la Luz del Espíritu se proyectará sobre ella, y la Iluminación Interna será tan grande y tan sublime que llegarás a conocer el Misterio que encierra la Vida en el planeta. No te digo más, porque tú debes penetrar por ti mismo en el descubrimiento del Enigma. Tendrás, amigo mío, un Conocimiento doble el adquirido por tu "intelecto" a través de tus sentidos físicos, y el que recibirás de la Fuente Eterna e invisible, esto es, de la misma Realidad. Estas dos corrientes son las que convergen a tu verdadero centro, a tu Espíritu. Y es la experiencia acumulada lo que robustece tu Alma. Con esta Verdad dentro de ti, no habrá nada que se te oculte: todo te será conocido. Tendrás la "clarividencia" y podrás actuar a conciencia en los dos mundos, con la misma conciencia vigílica con que actúas en el mundo físico. ¡Ten fe! ¡Ten Confianza! ¡Sé Optimista, pero practica estas enseñanzas! No tardarás, amigo mío, en conocer por ti mismo lo que ignoras hoy. Entonces el que actuará será tu Espíritu. Déjalo siempre Libre. El luchará por ti, y entonces todo será un Triunfo. ¡Deja que tu Espíritu Obre! La vida es el fruto de la experiencia. Mas, son muchas aquellas experiencias por las que has pasado y por las que aún deberás pasar. Y tu Mente juega un papel definitivo en tu vida. No des importancia a cosas que no tienen verdadero valor, que el peor enemigo que tienes eres Tú Mismo y nadie más. Haces mal cuando dejas que tu Mente se entretenga en cosas baladíes, derrochando así tus días que son contados, en verdad, y que debieras aprovechar en todos sus minutos. Te amargas la existencia inútilmente dando cabida en tu Mente a tantas tonterías que pasan en tu vida diaria. ¿Por qué? ¡Porque eres tú mismo enemigo! ¡Reconócelo! Si no, observa que tienes la costumbre de atribuir tus fracasos y sufrimientos a otros; pero no: ¡Tú, y sólo tú, tienes la culpa! Muchos hay que increpan a Dios o a sus semejantes cuando la desgracia toca a sus puertas; mas si reflexionaran verían que la ignorancia, y únicamente la ignorancia, arroja sobre la Mente semejante desacato. Son ellos mismos los culpables. Recuerda, amigo mío, que estás cosechando lo que sembraste en tu pasado. Y cuando digo "tu pasado" ya sabes que ello abarca tus vidas anteriores. Por lo tanto, no increpes a Dios, ni a tu prójimo, procediendo como el ignorante. Ya no eres "ciego", de hoy en adelante, y sabes que eres tú mismo el culpable. Todo reside en ti. Todo está en ti. Semejante a las bellotas de donde se yergue la encina gigantesca, así eres tú. Todo está en la semilla. ¡Todo está en ti!

Tienes, amigo mío, una venda en los ojos. Pero si llegas a silenciar tu Mente y a conocer el misterio del Silencio, entonces tu pasado saltará nítido a tu vista, aquí en pleno cuerpo físico. Te lo digo Yo que estoy vibrando a tu lado. Escúchame y comprende: Cuando hayas gozado del Silencio Interno, sabrás del Verdadero Conocimiento de la Vida, de la Unión con el todo. Por ahora, acaricia esa idea y trata de vivirla, trata de sentirte Uno con todos los seres vivientes. Procura penetrar. Existe mucha retórica escrita y mucho se habla sobre esta escueta realidad: La unión con el Todo. En ello abundan las religiones, pero son pocos lo que han alcanzado, sentido y gozado de la unidad con todos los seres visibles e invisibles de la Creación. Hay momentos en que tú sientes todo esto. Hay mañanas, llenas de sol, en que traes de los mundos invisibles el recuerdo de algún Conocimiento, y es entonces cuando te sientes alegre, generoso, complaciente, bueno y Uno con todos. Ese lejano recuerdo se te borra y vuelves a ser aquel que se siente distinto a los demás. Pero mira, amigo mío, cuán sencillo es practicar todo lo que hasta este momento te he dicho para despejar la incógnita que te envuelve en ésta tu morada terrestre. Con un poco de buena voluntad será suficiente. Los ostentosos ritos y las ceremonias pomposas de las religiones solamente afectan tus sentidos físicos, amigo mío. En cambio, el Espiritualismo, sin ritos ni ceremonias impresionantes, te abre sus brazos amorosos, te trae Sabiduría y te da la Libertad. No hay en esta ciencia tan sencilla y clara como La Verdad sacerdotes que oficien. ¡Tú mismo eres el Sacerdote de tu propia Religión! Tú, el que invoca y educe directamente las Fuerzas Divinas que están dentro de ti. Tú, el que clama a los Ángeles o a los Espíritus de Luz para que te fortalezcan. Tú, el que atraes las poderosas corrientes de energía del Cristo sobre la hostia santa de tu propio corazón. Tú, el que elevas el cáliz de la amargura a las plantas del Señor. Tú, el que recibes la absolución de tu propia Conciencia. No estés creyendo que el Espiritualismo necesite de sesiones alrededor de una mesa, en espera de un fenómeno que "compruebe" el "más allá". Al comienzo de los estudios espiritualistas es, a veces, necesaria una "prueba", ora fenomenal, ya moral y dolorosa, para entonces adentrarse con paso firme a estudiar las sabias enseñanzas contenidas en la Ciencia que hoy vislumbras, y que lentamente recibirás en beneficio de tu propia Redención.

En el Espiritualismo no se explota. No se cubre con falsos misterios lo que está a la vista con lógica y razón. Tú mismo puedes comprobarlo; pero estudia, busca términos de comparación, para tu mejor comprensión. La luz brilla para todos y sólo los búhos viven en las tinieblas de la noche. Tú puedes practicar el Espiritualismo en todas partes y a todas horas: En la iglesia, en tu casa, en tu trabajo, en el descanso, en la calle, en tus viajes, y en los campos donde el aire es puro; en una palabra: donde quiera que estés. Es haciendo el bien con amor y desinterés, es dando (un consuelo, una ayuda material, un consejo,  una sonrisa. como se llega a ser verdadero espiritualista. Es empleando la razón, analizando y discerniendo todo lo que corresponda al mundo en que se actúa, ya sea en los negocios, ora en el hogar, ya en la oración, como se forma una Mente sana, robusta y luminosa. Todas las religiones, amigo mío, son buenas, porque todas llevan al corazón del hombre la fuerza espiritual que les infundiera su respectivo Instructor. Cuando alguien está contento con la religión que tiene y practica con sinceridad sus enseñanzas, va bien, pues, como no todas las mentalidades son iguales, su conformidad indica: o que no tiene Valor para abandonar la vieja tradición de sus mayores por Miedo, o que su Mente no tiene el suficiente desarrollo para asimilar aspectos más elevados de la Verdad. Pero cuando encuentres a alguien inconforme, entonces ofrécele tú a ese Espíritu libre el sublime Conocimiento de la Ciencia Espiritual. Allí está constantemente un altar que ostenta el kaleidoscópico brillo de infinitas luces, para adorar a Dios: la Inteligencia, la Mente, en la cual se proyectan los pensamientos y los sentimientos de los Espíritus, gigantes o pequeños, pero que moran siempre en la verdadera fuente, la infinita y eterna llama universal. En el Espiritualismo no hay dogmas. No hay reglas. No hay limitaciones. Es el ambiente del Espíritu en plenitud eterna de conocimiento y Libertad. Nadie, amigo mío, te enseñará la Verdad. La Verdad está contigo: dentro de ti. ¡Tú eres la Verdad! Búscala en ti mismo y después la encontrarás por todas partes a donde dirijas tu mirada ávida de Conocer. Por ello, es conveniente ser casto, puro de corazón, pudiendo gozar de lo que te ofrece la Vida en el planeta Tierra, sin perjudicar nunca a nadie. No malgastes las palabras ni ensucies tu boca con vocablos groseros, o de doble y maliciosa intención, y mucho menos emplees tu lengua para arrojar a nadie el baldón de la calumnia. Con estas flaquezas, tu atmósfera mental se enturbia y tu Cuerpo Sutil enferma, como puede enfermar tu Cuerpo Físico cuando le das veneno con tus vicios. Busca, en cambio, el fado bueno de las gentes y habla de ello. Oculta lo que de ellas te parezca indigno, como lo haces contigo mismo. Es propio de muchas personas mirar tan sólo la parte innoble del hermano, pero saben disimular la suya con un manto de mentiras. Oye con tu oído interno y recuerda que para Mí no tienes sexo.

¡Cuán dañina es para tu Mente la mentira Robustece tu Mente diciendo siempre la verdad. No importa de qué tamaño sea lo que digas, pero di siempre la verdad escueta. Mas ten cuidado de no herir a tu prójimo con una verdad ruda y pesada, sin un benéfico objeto. ¡Qué cosa tan simple es decir la verdad; pero qué difícil y complicado es para muchos practicarla! Así como algún día dejarás tu Cuerpo Físico inerte en un sudario, por haberlo alimentado con toxinas, o por haberte dominado y haber transgredido la Ley que se te dio para gozar de el, así también podrás llevar a la tumba tu Cuerpo Sutil, aniquilado por las pasiones, por la lujuria, el desenfreno y los malos sentimientos. Todo ello perjudica la atmósfera mental y debilita tu Mente, el puente mismo por donde pasas llevando tu bagaje espiritual al otro mundo. Cuida de tu Mente, amigo mío. En ella se fraguan todos los acontecimientos presentes y futuros en el Camino de tu eterno devenir. De tu eterno peregrinaje en el Cosmos. Detente y escúchame. Tus malos hábitos pueden ser transformados en actos donde reine la virtud más acendrada. Aprende en el Silencio y oirás tu Voz Interna, la voz misma de tu Espíritu, hablarte con Amor. Y cuando llegues a unir tu Mente con la Mente Suprema, con ese receptáculo universal de fuerzas espirituales, con el joyel de la Eternidad, gozará entonces tu Espíritu de su verdadera Vida, de la Profunda Paz y del Amor sin límites. Amigo mío: Que tu Inteligencia brille siempre con toda su magnificencia, como parte misma de la Inteligencia Suprema, y a la cual debes, con todo tu corazón y toda tu fuerza, pedirle: ¡Luz, y siempre Luz!

 

CAPITULO 10

Amigo mío: Cuida de tu palabra. Cuando hieras con tu palabra y así lo reconozcas, serás noble si reparas el daño hecho. La palabra es la expresión del pensamiento y del sentimiento Intimo de tu ser. Púlela mediante la reflexión, midiendo bien su alcance antes de que salga de tus labios. Por la palabra, amigo mío, haces brillar tu Inteligencia y la infundes en el mundo que te rodea. Es entonces el Verbo el que crea. Cuando hablas, es el Espíritu quien se manifiesta plenamente a través de las diversas lenguas como medios de expresión. Por eso, evita hablar palabras necias y sin un benéfico objeto, sólo por darle gusto a tu Yo Inferior, causando muchas veces tanto daño como el que puede causar materialmente un arma blanca blandida por manos enloquecidas o sedientas de venganza. Tu palabra debe estar gobernada por tu inteligencia, lo mismo que tu mano. El planeta que habitas es un conjunto de expresiones bellas del Creador y con tu palabra dulce y prudente, puedes tú embellecerlo más aún. Tienes la palabra, el verbo. Luego, puedes crear. La palabra está saturada del magnetismo que reina en la Naturaleza; tienes, pues a tu disposición una potente fuerza con el don de la palabra. Sabiendo emplear esta fuerza con discreción, y como medio de expresión de pensamientos constructivos, puedes de triunfo en triunfo elevar tu condición. Hay un misterio en tu voz, amigo mío. Conócelo y sírvete de él. Cuida con avaricia el timbre de tu voz y de tu palabra hablada como si tuviesen un tesoro. Por tu voz corre un fluido magnético, para influenciar a los que te escuchan y están a tu alrededor. De aquí el éxito de los grandes oradores, de los predicadores, de los conductores de pueblos, de los grandes comerciantes Ellos conocen el secreto, y lo usan con éxito. Tú puedes hacer otro tanto. Todo lo que una persona realiza, tú también puedes realizarlo. Ello exige firmeza de carácter, requiere Voluntad. Rechaza, amigo mío, todo aquello que haga daño a tu garganta: Cuida de tus cuerdas vocales como cuida el artista de su instrumento musical. No ha habido instrumento fabricado por la mano del hombre, capaz de igualar al salido de la Mano prodigiosa del Creador. Hay voces que hacen vibrar todo el ser de quien las escucha; que transportan a regiones de Luz y Armonías; pero también hay otras que producen desagrado y terror. Sin embargo, se trata de la misma fuerza, actuando en sentidos diferentes. En ambos casos, la palabra va creando la Luz, como emanación del Espíritu, conducida por el timbre de la voz. Pero la diferencia de calidad de sus vibraciones y de sus modulaciones hace que esa palabra, en un caso, sea dulce y acariciadora; y, en otro, adusta y repulsiva. Que absuelva o que condene, que ame o que odie, que mienta o que exprese la Verdad.

También, amigo mío, tienes la mirada. ¡Oh, la Luz de la mirada que sale al exterior! Es otra maravillosa fuerza impregnada de corrientes magnéticas, que llevas en ti. Aprende, amigo mío, a "saber mirar". Hay miradas que desnudan. Hay miradas que interrogan. Hay miradas que penetran como rayos, buscando la razón. Hay miradas de consuelo. Hay miradas de perdón. Hay miradas que se elevan hasta Dios, y hay miradas que saturan con amor. Tienes una fuerza en la mirada, tan potente, que si estudias lo concerniente al magnetismo encontrarás que no es difícil separarle a un sujeto el cuerpo etérico del cuerpo físico, y dejarlo a merced del hipnotizador. Este puede hacer lo que le plazca de su hipnotizado. Puede darle órdenes, que luego no recordará cuando recobre su cuerpo etérico, pero que de todas maneras obedecerá fielmente. Es tu mirada el conducto por el cual fluye tu fuerza volitiva para imponer tus deseos. Por consiguiente, cuídala mucho. No la derroches y empléala con tacto. Armonizando la triada magnética de tu Palabra, tu Mirada y tus Ademanes o gestos, tienes al manifestarte e influenciar a tu alrededor el arma completa que te dio la Naturaleza para defenderte a ti mismo y para defender cuando tu condición honrada y recta así lo exija. Por medio de estas tres armas de expresión, puedes aparecer ante la humanidad radiante e irresistible, u oscuro y abominable, ya que en ambos casos actúa la misma Fuerza, actualizada como potencia espiritual. De tal suerte, amigo mío, que eres absolutamente libre de esgrimir tus armas en cualquier sentido o dirección: para satisfacer tus deseos, pasiones, amores, anhelos, ambiciones personales; para influir en otros, egoístas o desinteresadamente, para realzar o para rebajar el sentimiento y el pensamiento Eres tu propio dueño, pero óyelo bien responsable de tus actos. Es un deber sagrado, amigo mío, el cuidar de tales dones. Existe una clave sencilla pero llena de verdad, como todo lo simple, para acrecentar los más y más. Usa con prudencia y No Abuses nunca de tus fuerzas sexuales. Es en tu sexo donde se oculta la fuerza creadora de la especie. Y es transmutando esa fuerza como darás timbre cautivador a tu voz, poder convincente a tu palabra y mayor magnetismo a tu mirada; y, dejando. escapar por tus manos los fluidos que te envuelven, imprimen arrogancia y gracia a tus ademanes. Refrena tus pasiones, amigo mío, y no mal gastes tus fuerzas magnéticas. Transfórmalas en expresiones de tu verbo refulgente. En luces de una inteligencia equilibrada. En medios para curar las dolencias de los que sufren, tanto en sus Cuerpos como en sus Almas. Porque, amigo mío, con ellas puedes penetrar los corazones y las mentes. Nunca será mucho ponderarte la valiosa ventaja de dominar tu Yo Inferior, de actuar con moderación y de someterlo a tu Voluntad. Y cuando el hombre se quiere a sí mismo, no malgasta sus fuerzas locamente. Mas, muchos saben las consecuencias deplorables de sus vicios y abusos, y, sin embargo, carecen de Voluntad para conjurarlos. Por lo tanto, es altamente conveniente ejercitar la Voluntad.

Comienza con algo que tú necesites suprimir. Un defecto, por ejemplo. Anota en una libretica cuáles son los defectos que tú quieres eliminar, después de un detenido examen de tu personalidad. Este examen debe ser riguroso y sin contemplaciones, porque en la Ciencia del Espiritualismo debe primar la Sinceridad. En realidad, es cualidad indispensable ser sincero, pues para el hipócrita no es la Senda. Toma, pues, el primer defecto de tu lista y empieza Ahora Mismo a eliminarlo. Procede lo mismo para eliminar tus otros defectos. Pero vigílate constantemente, minuto a minuto, y así muy pronto estarás sintiendo la satisfacción que produce el Dominio. Aparentemente es muy sencillo. Sin embargo, te tomará tiempo, trabajo y paciencia; pero Triunfarás. ¡No lo dudes! Después, anota tus vicios, desde aquellos que consideres sin importancia, y procede de idéntica manera. Ármate de Voluntad y de un deseo ardiente de transformar tu vida integra, para que seas un vehículo adecuado y digno, por donde fluya abundante la corriente magnética de ambos mundos. Para dominarte a ti mismo y dominar a los demás. Para obtener tus mejores triunfos. Para mejorar tu condición presente. Ensaya con entusiasmo. ¡¡Nunca es tarde, amigo mío!. ¿Eres joven? ¿Eres viejo? ¿Te sientes tímido O desgraciado? Tus problemas no son tan graves como tú imaginas. ¡Levanta la cabeza, hombre! Sonríe con la satisfacción de saber que tienes dentro de ti el Poder y la Voluntad suficientes para realizar todas tus conquistas, satisfacer todas tus ambiciones, cristalizar todos tus anhelos. ¡Nada puede arreglarte! Olvida tu pasado y piensa solamente en ese porvenir risueño y preñado de las más halagadoras promesas que ante ti se abre ahora que sabes que eres Espíritu. Actúa inmediatamente, para que puedas disponer cuanto antes de esa maravillosa Fuerza Divina que te anima, y cuya Omnipotencia se irá acrecentando impetuosamente, a medida que vayas logrando tu Regeneración. Amigo mío: Eleva tu voz y tu palabra, y tu mirada y tu mano para alabar, para amar y bendecir. Para desarrollar en ti la potencia que te llevará al Conocimiento, a la comprensión de tu grandeza y de tu Inmortalidad. ¿No has escuchado, amigo mío, la caricia misma de tu voz, que resuena armoniosa y argentina en tus oídos cuando practicas castidad? ¿No has contemplado entonces la misteriosa y potente fuerza de tu mirada? ¿No has sentido el placer de estrechar una mano amiga cuando estás cargado de ese vigoroso fluido? Es que tu Espíritu encuentra expedito el camino para su mejor manifestación, porque tu Mente ha alcanzado el perfecto equilibrio. ¡Qué dulce y satisfactorio es para tu Espíritu poder realizar su objetivo con éxito por medio de corrientes verdaderamente positivas! ¡Qué gozo intimo tan celestial te estremece cuando te sientes en armonía contigo mismo y con los demás! Eso vale muchísimo e incomparablemente más que todos los bienes materiales conseguidos contra la ley y la moral, ahogando el corazón en un vano esfuerzo por adormecer la propia conciencia. Podrás disfrutar de muchos bienes terrenales adquiridos por caminos extraviados, pero a la postre serás un infeliz, porque a todas horas te pondrá el dedo en la llaga tu misma Conciencia. Y cuando hayas adquirido suficiente experiencia en el mal, irremisiblemente le darás la espalda. Y cuando más pronto lo hagas, tanto mayor será el beneficio espiritual que te libertará del dolor transformándolo en Gozo. En vez de vergüenzas contigo mismo y con la humanidad, te llenará el poder de la alegría que da ese sentimiento de la justicia, de la conciencia tranquila y del corazón limpio.

Practicando la Virtud, amigo mío, o sea, observando la Ley que se manifiesta a través de todo en la Naturaleza, tus poderes internos aumentarán y te producirán Alegría, Paz, Armonía, Amor, Felicidad y Triunfo. Amigo mío: Sígueme con fe, con voluntad y entusiasmo. Y practica confiada y perseverantemente la doctrina que te presento como fruto de la Verdad a través de las edades. Tú no necesitas de teorías complicadas e ininteligibles para avanzar con positivo éxito en la Ciencia del Espíritu, y adentrarte en el conocimiento de la Verdad. Todo lo que requieres es un sincero deseo, buena voluntad, entusiasmo y perseverancia. Necesitas un Olvido total de tu vida pasada, de tus viejas creencias, de tus prejuicios y supersticiones. Deja que tu Espíritu se revele en ti con todo su esplendor. El es sencillo y grande. En la Ciencia del Espiritualismo, amigo mío, se respeta el libre albedrio. La Voluntad ajena es sagrada. Pero se demuestra en el mundo de los fenómenos que el Espíritu existe y que es Inmortal y Eterno. Se establece un puente maravilloso entre el Creador y su Creado, entre lo invisible y lo visible, entre lo aparentemente irreal y el mundo fenomenal, donde el Encarnado adquiere experiencias para evolucionar en el Sendero de la Eternidad. El Espiritualismo te da claves para el desarrollo de tus poderes internos, de tus sentidos espirituales o facultades divinas, y te lleva también al conocimiento de tu mundo espiritual interno. Por propia percepción y comprobación, a conciencia, de que todo esto existe, no te quedará la menor duda. Podrás actuar a voluntad en los dos mundos. He aquí la simplicidad del Espiritualismo y su consecuente grandeza. Pero no hay que confundir las ilusiones con la realidad. Y de allí la necesidad imperiosa de que, ante todo, te procures un cuerpo físico fuerte, desintoxicado, rejuvenecido, y una mente sana, y un corazón puro. Todo esto, amigo mío, se obtiene por propio esfuerzo individual; si tú lo quieres, lo obtendrás con seguridad. En ello radica la ineludible necesidad y la ventaja invaluable de un cambio radical en tu vida: Pon en práctica lo que tu razón acepte como medio para progresar en el Sendero. Existen muchas cosas que adrede te oculto, porque sólo tú debes encontrarlas por esfuerzo propio, pues únicamente el conocimiento así adquirido es el que realmente vale. Lo que no hayas vivido, lo que no hayas experimentado personalmente, no podrás hacerlo parte de tu bagaje intrínseco. No podrás adoptarlo como tuyo. Todo lo demás es ilusión, es mentira. Para ti, la verdad es lo que tú has conocido por ti mismo. Así, pues, comprueba todo lo que Yo te diga, lo que te digan otros, lo que los libros te enseñen como fruto de otros. Solamente así, tu Voz Interna te hablará. Sólo así tu mirada Interna se iluminará e irradiará hacia afuera.

Tú eres, amigo mío, absolutamente libre para emplear tu discernimiento y las potencias de tu alma, y adoptar ahora tu nuevo y propio sistema de vida. Tú eres el directo responsable de tu destino y nadie más. Tus Maestros externos, tus Gulas, los Espíritus que te aconsejan y te señalan la ruta, están simplemente imbuidos por amor al Bien, para que progreses, y te dan gustosos el fruto de sus experiencias. Igual que hacen tus padres, tus profesores y tus amigos sinceros. Estudia la vida de los grandes Instructores. En ellos brilló ampliamente el espíritu de la verdad, y por eso impusieron su Ideal. Dieron de sí para ayudar y acelerar el progreso de tu planeta, y no descansarán de irradiar hasta que sus enseñanzas se hagan carne de la humanidad. Hasta que la sonrisa de DIOS se manifieste en ti y en todos los seres. Hasta que la mirada del Omnipotente ilumine plenamente tu ser y el de todos tus hermanos. Ayúdate con tu esfuerzo personal, para robustecer la lucha general. Acelera tu destino hacia el progreso y no seas débil. No seas pusilánime. ¡No seas gusano! Amigo mío: Todo tiene su contraparte "etérica". Toda acción repercute en las regiones supra físicas, quedando impresos como en una especie de película invisible para ti en estos momentos los acontecimientos de tu vida, igual que el de todos los seres de la Creación. Allí, amigo mío, podrás leer todo lo relativo a tu pasado, cuando regreses con tu "dorado gabán" a recoger el fruto amargo o dulce de tu peregrinaje por el Cosmos, y si has vivido de acuerdo a la Divina Ley gozarás de la Conciencia Universal. Procura, pues, dejar impresa en esa película maravillosa una vida recta y meritoria. Para ello, olvida tu pasado de errores, una vez extraída la experiencia. Ármate con ésta, fruto de tus dolores e hija de tus yerros y de tus aciertos. Reemplaza con un presente pletórico de Bondad, de Amor, de Tolerancia, de Servicio y de anhelos de Superación, las bajezas que vayan saliendo de tus antiguos hábitos. Ahí está el Secreto. Tu presente, amigo mío, es el resultado de tu pasado. Esto, en todos los planos, en todos los campos de la actividad humana y espiritual. Trabaja ahora para lo que serás mañana. Oye con tu oído interno, y mira con tu ojo espiritual. Interroga a tu conciencia, que siempre te dirá la Verdad. Huye de la mentira y no le prestes oídos ni a la que viene de afuera, ni a la que trata de engañarte procedente de tu Yo Inferior. Huye de la lujuria. ¡No seas avaro! Goza de todo lo que te brinde la vida, pero con moderación. No perjudiques a nadie. Recuerda que todo te pertenece y por tanto a todo tienes derecho, pero dentro de la Ley. La violación o el abuso traen su inmediata reprimenda, su "castigo". Es "la ley de la Compensación", la Ley de Causa y Efecto, inflexible eterna como Dios. Estúdiate. Compréndete.

¡Eres Inteligencia!

¡Eres Voluntad!

¡Eres Espíritu!

 

CAPITULO 11

Amigo mío: ¿Sabes tú lo que es Justicia? Yo te digo que justicia es una Ley; una Ley inmortal como todas las leyes divinas que gobiernan y sostienen los mundos, los seres y las cosas. Sigue tu camino impertérrito, confiando en ti y en la Ley, Pero, para conocerla, profundiza el corazón humano, observa la Naturaleza, medita en las diferentes facetas que pueden ser contempladas desde el instinto brutal hasta la refinada función de un alma noble. Procura discernir a la luz de la Razón y adquirirás la facultad superior de comprender, corregir, olvidar y bendecir, porque su luz te alumbra el paso demarcado por la eterna Ley. Justicia es corregir, es mostrar el camino, es enviar pensamientos de amor a quien te hace el mal, perdonar de corazón, es, en fin, hacer vibrar en un alma carente de justicia todos los atributos de la virtud que aman del Bien, para que la Justicia se cumpla en tu hermano más a prisa y más pronto la luz se haga en él. Por eso, amigo mío, no castigues, no juzgues ni condenes. Deja todo a la Ley, a la Justicia del Creador. Acontece que alguien que ha sido condenado a cárcel sin motivo aparente, se revela al meditar en la injusticia humana y se amarga el corazón... Y viceversa, cuando siendo bueno y goza haciendo el Bien, recibiendo en cambio desengaños, sangra también el corazón; ¿qué es lo que en realidad está ocurriendo?... ¿Será que Dios no existe?... ¿Será que es injusto?... ¿Será que se olvida de sus hijos haciéndoles sufrir?... ¿En dónde está la causa?... El problema es tan grande entonces que casi se llega a la locura... Pero, al mirar con el Ojo del Espíritu se hace la luz y aparece por adquirir la Ley de Causación, la Divina Ley de la Justicia Eterna y se comprende que la más perfecta sabiduría gobierna el mundo visible e invisible. Por eso, amigo mío, meditar en silencio en las vidas anteriores es atraer rumores de Verdad; es acercarse a la Puerta sellada del Misterio, que entonces girará sobre sus goznes para mostrar un mundo desconocido: La Ley de Causa y Efecto. Es imperativo que la Balanza Justiciera equilibre el peso aciago que te inclina al mal, amigo mío; que el Alma busque por atributo propio supeditar los errores cometidos, hasta quedar blanca y sin mancha como emanación que es de la Belleza Eterna, de la Justicia Suprema, del Fuego Emancipador del Espíritu Inmortal.

Si en realidad eres Espiritualista, amigo mío, debes conservarte tranquilo y sereno siempre y en todo lugar. Olvida las ofensas, pero reclama siempre tus derechos legítimos, porque Justicia es también reclamar lo que te pertenece. Sería injusto permitir que alguien se quedase con lo tuyo. Reclama cuando tengas la razón, con rectitud y sin vacilaciones. Es así como debes cobrar las injusticias. Así ayudarás a la misma causa de la Justicia. Comprende, amigo mío, la fórmula: "Dar a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César". Eso es ser justo. Es la Justicia en sí, expresada por boca del Maestro, para todas las humanidades. Si alguien retiene lo que no le pertenece, se causa con ello un terrible daño. Y si la justicia humana no se lo quita, la Justicia Divina se lo hará devolver en una u otra forma, tarde o temprano Se cumplirá la Ley hasta que la Luz nazca de por sí en el transgresor. Hasta que diga: "Caminaré con la Justicia". La Justicia se prodiga desde arriba, como dicen, y no camina con los ojos vendados, sino siempre abiertos. En verdad, la Justicia es todo ojos. Nunca falla. Todo lo ve con imparcialidad. Si tú, amigo mío (y todo aquel que fuere víctima de injusticia), irradiaras perdón y pidieras Luz para el ofensor, en vez de lanzar pensamientos de venganza y de odio, precipitarías la acción de la Justicia, que caería como rayo en la Conciencia dormida, despertándola a la realidad. Amigo mío: Por la Justicia te encuentras en el Plano Físico. Y por la Justicia, las almas vienen y van, a todos los mundos. Por la Justicia, se debaten ellas en la materia, adquiriendo Conocimiento. Por la misma Ley transitan en cuerpos menos densos y en otros más sutiles. Todos los hombres, de todos los credos, ricos o pobres, sanos o enfermos, inteligentes o necios, blanco o negros, llegaron a la Tierra por la Ley de la Justicia. El planeta les cobra y les da.

En el planeta aprenden todos a conocer la Ley para someterse a ella. Porque la Justicia con mano maestra descarga el golpe. Nada ni nadie se escapa de la Justicia. Aprende, pues, a obedecerla ahora que estás encarnado. Tienes que hacerlo sin demora. Sé justo en todo momento y en Amigo mío: Por cumplimiento a la Ley, tú estás leyendo estas páginas. Has merecido en justicia que te hable, para recompensarte en parte con la Luz que merezcas recibir como mérito a tus propios esfuerzos en busca de la regeneración en que te empeñas. No seas insensato y Medítalo todo. Descubre por ti mismo esa Ley sagrada de Dios, que es Justicia, y de la cual apenas te muestro el camino, para que llegues por tus propios pies hasta ella. Por experiencia propia y por tu constante observación, la Justicia será para ti una necesidad, una Verdad, que una vez adquirida te dará dicha perenne y profunda paz. Donde quieras que veas un dolor, penetra y mira allí la Justicia. No importa que el dolor sea material o moral. No importa si quien lo sufra tenga la apariencia de ser inocente. La Ley se está cumpliendo con equidad, ya como consecuencia de errores o fallas en vidas anteriores, o porque infringió la Ley en su actual encarnación. Pero siempre el "castigo" es justo, es reparador y coloca a la persona en armonía con su Espíritu. El que en secreto roba, amigo mío, o mata, o piensa mal de otros, también recibe de la Justicia su sanción, en secreto o en público. Y, algunas veces, tanto en secreto como en siente la afrenta del delito ante su Conciencia y ante la Conciencia de los demás. La felicidad ambiciona da está todavía lejos de los hombres, porque en la Tierra la mayoría de los seres no han alcanzado la plena conciencia de la Justicia. Percibe con tu oído interno y mira con tu ojo espiritual: "Anda con la Justicia y no se lo digas a nadie". Se falta a la Justicia, amigo mío, cuando por ejercer la caridad se da indebidamente. Tú, cuando socorras, asegúrate de que con tu dádiva no estés perjudicando en vez de beneficiar. No vayas a detener e inhibir el esfuerzo propio de tu hermano con un socorro indebido. Pero alarga tu mano y tu corazón al necesitado. La enfermedad del Cuerpo Físico es consecuencia del estado mental del Hombre. Socorre al que sufre y no tiene medios de atenderse, pero no olvides la parte moral, pues faltarías a la Ley de Justicia si no lo hicieras, ya que la curación debe empezar por el alma. Las penas corporales son resultado de las morales: son los pecados contra la Ley. Y tales "pecados" pueden haberse cometido en la presente vida o en vidas anteriores; pero sus efectos se hacen palpables en la materia, para que el dolor sea la chispa que encienda la llama del Conocimiento.

La Caridad mal entendida es injusticia. En consecuencia, amigo mío, es justo que te instruyas, que busques el conocimiento por todos los medios a tu alcance; que indagues tu corazón y el ajeno; que saques, en fin, todo el fruto posible de tu presente inexistencia, para que te capacites conscientemente y puedas llegar a conocer la Ley Divina de Justicia, y a aplicarla a tu evolución y a la de tus hermanos. Ahora, amigo mío, camina sereno, sin impaciencias, sin temores, sin prejuicios, sin prestar oidos a decires callejeros y listo a devolver bien por mal. Tú vislumbras el secreto que encierra la Ley de Justicia, y es posible que ya estés a tono con ella. Luego, nada tienes que temer. Ten confianza y sigue adelante. Esos que se ríen porque aún no han comprendido la Ley, más les valiera estudiarla y meditarla. Mejor sería que indagaran, con verdadero espíritu científico, lo que está por encima del lado material de este mundo, y desentrañaran las leyes del espíritu, tan claramente escritas en toda la Naturaleza para el que no sea ciego. Pero tú, amigo mío, acógete a la Ley y sé feliz, completamente feliz. Irradia siempre pensamientos de Amor y de Justicia, a todos los seres, encarnados y desencarnados. No olvides a los que se ausentaron, o a los que todavía no han llegado... Penetra con tu pensamiento las cárceles de la justicia humana, en donde la miseria moral desgarra el Alma. Y deja que allí flote tu Espíritu irradiando Amor y Comprensión. Ablanda los corazones duros, con tu plegaria. Penetra con la Ley, y las puertas de las cárceles se te abrirán para salvar muchas almas. No te asombres de lo que en seguida te digo: Pide a Dios que el Dolor purifique pronto al criminal, para que sienta su Justicia y eleve los ojos en busca de la Luz. En tu diario batallar, amigo mío, empápate de esa Ley equilibradora del Universo: la Justicia. Marcha por la Senda creciendo en Sabiduría, buscando la Verdad. La Justicia permite a todos los seres convivir en tu planeta; pero esa misma Ley va dando a todos, y a cada uno, aquello que les corresponde, aunque en apariencia sea injusto. En el fondo, no hay tal injusticia. No importa que el malvado a tus ojos esté ahora gozando de fortuna, de salud y de paz. La Justicia Universal está actuando y no lo dejará esca par. No importa que ahora reine el caos. La Justicia está actuando y traerá el Orden. No importa que el dictador imponga hoy su voluntad. La Justicia lo entregará humilde a la Voluntad Suprema, que dará la libertad a todos.

Pero la justicia de los mortales, con sus prisiones, sus cadenas, sus penas de muerte, sus castigos a los niños, sus crueldades para con tantos seres... y tantas otras "justicias" del orgullo intelectual del hombre semisabio, no permite que la humanidad se levante hasta Dios, y apresure su evolución. La justicia de los hombres llevará el sello de la justicia perfecta solamente cuando el hombre al aplicar sus leyes copie las leyes naturales, las mismas que El le dio para impulsar su adelanto y que tan ciegamente se empecina en desconocer. La Justicia Divina es perfecta e imperfecta la de los humanos, como lo son las creaciones de la mente concreta. Deja tu orgullo y reconoce la claridad perenne de la Justicia. Conócete a ti mismo y te harás justicia. Hazte justicia y engrandecerás día a día la única verdadera Justicia, la Divina, la que debes al Creador y a todos los seres.

 

CAPITULO 12

Amigo mío: Como célula activa de la Creación, es tu deber trabajar intensamente por la felicidad de las almas que se encuentran en la Tierra y por las que han de llegar... Pero, para "trabajar" en verdad, debes prepararte conscientemente por medio de las dos fuentes a tu disposición: la "terrestre", que recoge conocimientos a través de tu Cerebro, y la "cósmica", que lo hace por medio de tu Mente. El cerebro es como una especie de receptáculo orgánico, en donde han quedado almacenadas, desde tu niñez, todas las experiencias e impresiones con las cuales tuviste contacto. En tanto que la Mente Superior es la manifestación en ti de la Inteligencia Universal, inmutable como todas las leyes divinas que rigen el Cosmos, la cual recoge experiencias de la Mente Infinita, fuente eterna de toda Sabiduría. De modo, pues, que tu cerebro se alimenta por tus cinco sentidos físicos y puede engañarte, como en efecto acontece a menudo. Mientras que tu Mente absorbe directamente la Verdad de los planos sutiles, y, por consiguiente, no te traiciona. Tu Cerebro se desintegra en la tumba. Tu Mente prosigue la ruta junto con tu Alma en busca siempre de mayores conocimientos. Mas, oye con tu oído interno: Así como un músico, en un momento de "transporte espiritual", puede captar de las regiones musicales la nota reveladora de toda una sinfonía que lo "inmortalice", así también tú, en un momento en que vibres sincrónicamente con tu Ser Interno, con tu Espíritu, puedes recibir de la Mente Suprema la inspiración necesaria para realizar una misión elevada, que te "inmortalice" ante las generaciones presentes y futuras. Pero si tú, amigo mío, te sirves únicamente del conocimiento adquirido por tu cerebro, será muy poco lo que puedas ofrecer a tus hermanos. Desconsoladores, amigo mío, que la mayoría de los hombres empleen para su "trabajo" únicamente el Cerebro, olvidando o rehusando la verdadera fuente de Sabiduría: la Mente. De aquí el fracaso de la Ciencia oficial, pues el científico, las más de las veces, se niega a seguir lo que su verdadero guía la intuición le revela.

Sí, amigo mío, muy poquitos son los que buscan el conocimiento de la Fuente Suprema. Contados son los "escogidos", los que reciben de su mente la verdad que les revela por medio de su sexto sentido, la intuición. Pero tú, esfuérzate en no oponer resistencia. O, en otras palabras, no rechaces el impulso del corazón, ni el pensamiento, guiados por la intuición. Es tu mente que te habla. Es ella que te trae el mensaje del Espíritu. ¡Escúchala! Deja que fluya de ti mismo ese raudal de luz, de amor y de paz que se desborda para beneficio de las almas que vienen y de las que se van... Amigo mío: No dudes ni tu ánimo decaiga si un pensamiento altruista salido de tu mente no alcanza a cristalizar durante tu corto paso por el planeta Tierra, pero, sabe, que en los planos astrales puedes vivificarlo y convertido así al servicio de tus hermanos. Servir es la ley y en el desprendimiento se regocija tu Espíritu, recreándose con tu obra. Razón más, amigo mío, para que te esfuerces en ampliar el estrecho círculo como contemplas la vida, de romper con la superstición y todo lo que impida la libre expresión del pensamiento. Rompe esas barreras y no seas presa de la ignorancia, porque las sombras de la ignorancia no dejan ver la luz del conocimiento. Ya te he dicho y te repito que puedes comenzar ahora mismo tu cambio completo y definitivo. Dale prelación a tu mente sobre tu cerebro, aun cuando te parezca que éste es el verdadero y aquélla el falso consejero. Pero es al revés, como todo lo ilusorio. Como todo lo que a primera vista te ofrecen tus sentidos. Contempla el incesante trabajo de la Naturaleza. Ella está siempre perfeccionando y creando nuevas formas de vida, para que el planeta sea una habitación más feliz para todos los seres. Impertérrita prosigue su infatigable trabajo bajo la ley del progreso universal. Así debieras hacerlo tú. Sigue siempre el ritmo creador de esa ley, para que puedas colaborar y servir con más eficiencia. Y así como la madre naturaleza trabaja sin descanso, el ser humano debe hacerlo en todos los instantes de su vida actual y de su vida futura.

Quien no trabaja de acuerdo a la divina ley no necesita ya por más tiempo del vestido material, su Cuerpo Físico, y ella le obligará a volver una y otra vez, dándole la oportunidad de avanzar en la evolución. Según sus merecimientos llevará un "vestido" mejor o peor.   Trabaja, amigo mío, y persevera. esfuérzate por el engrandecimiento de tu planeta Tierra.  Contribuye con tu granito de arena, para que puedas merecer otro mundo más avanzado, que ha sido preparado ya por los que se te adelantaron en el Camino de la Evolución. Amigo mío: Hablemos de nuevo del Cerebro, que tiene la importante tarea de servirte como intérprete de las sensaciones. Estudia su mecanismo y aprende a encauzar esa fuerza, que te hace consciente de las cosas, para que puedas descubrir el Poder Mental que existe en ella. Porque todo está saturado de Fuerza Mental, y sólo tu mente te hará conocer y apreciar el valor verdadero de esa Fuerza. Ella sale de ese poder puesto que ella se pone en contacto directo con el Poder Supremo, de tal suerte que tu Cerebro, que ignora lo que está fuera de lo aparentemente real, aquello que tus sentidos materiales no pueden captar para darle conocimiento, debería buscar el equilibrio con su Mente, y así el rendimiento de tu "trabajo" por un mundo mejor sería verdaderamente positivo. Recuerda, amigo mío, que tu Mente viene absorbiendo la Verdad a través de su gira por el Cosmos, y es por la Intuición como te la revela, o sea, por su sentido espiritual. No lo olvides: alza tus pensamientos y dirige tu mirada interna hacia la Fuente de Eterna Sabiduría. Pídele que fluya sobre ti, sobre tu Mente, para que te inunde y, a tu vez, puedas esparcir esas luces sobre los que te rodean. Ahora, amigo mío, ya no ignoras que te debes a la Obra, al Plan Divino. Tienes forzosamente una misión que cumplir para con la humanidad presente y futura. Aunque para cumplir a cabalidad con esa misión, llénate de Fe, y establece contacto frecuente con tu Espíritu, hasta que salte la chispa que te ilumine, que te dé la "nota clave" de tu "sinfonía inmortal". Ten presente que tus muertos te pedirán cuentas cuando regreses a tu morada legítima. Igual que tus vivos te la piden diariamente, en medio de sus errores y sus incomprensiones; solamente que éstos claman a ti en su ignorancia, y los otros te dirán: "¿Qué hiciste de tu existencia en la Tierra?". Te darán la sorpresa. ¡Prepárate, ahora que estás advertido como puede confirmártelo la voz de la Intuición! ¡Escúchala, que te habla; no te hagas el sordo en el tumulto donde habitas! ¡Busca en el silencio y de cierto que la oirás!

Amigo mío: Aquellos que dejaron un rastro luminoso por la Tierra, bebieron su Sabiduría de la Fuente Espiritual. De lo invisible extrajeron el Conocimiento y las Leyes que regularon su trabajo. Tú modelas la materia con la Inteligencia y, también por medio de ésta, actúas a la vez en lo sutil. Luego entonces, haz que brille para ti y los demás la Luz siempre creciente de la Inteligencia Suprema. El verdadero "trabajo en el Hombre se obtiene después de comulgar con el Silencio. Antes de empezar toda obra, evoca en silencio tu Espíritu, y espera su respuesta. Cosas extraordinarias te serán reveladas en secreto, cuando tú estés dispuesto a escuchar en el Silencio. Trabaja en el Silencio, amigo mío: trabaja en el Silencio... Jamás olvides cumplir con tus deberes. No hagas como muchos que al final de sus días en la Tierra, lamentaron haber desperdiciado tan propicia oportunidad, viviendo sólo para sí, con olvido completo de los seres a quienes estaban liga dos, y por ende, del resto de la humanidad. Fueron egoístas, ingratos, impuros e insensatos; pero la Ley de Causa y Efecto los fustiga sin piedad hasta que en ellos brille la Conciencia y comprendan que la "Cadena" es Una; de modo que, al fallar un eslabón, fallará la Cadena entera. Ayuda a tus hermanos, amigo mío, para que abrevies tu Camino Evolutivo, abreviando el de los otros. Todos estamos unidos por la Cadena en Espíritu y en Verdad. Es necesario que, después de haber "involucionado", o de haber tomado materia de la más densa, el Hombre "evolucione" y amplíe su Conciencia y crezca espiritualmente hasta adquirir el florecimiento divino. Y este florecimiento se consigue trabajando para sí y para los demás, pero bajo la dirección inmediata de tu Espíritu. Vislumbra, siquiera en parte, la grandiosidad del Plan Divino, y considérate no sólo parte integrante de ese Plan, sino colaborador activo y responsable. ¡Adelante, amigo mío, adelante!

 Sin embargo, no trabajes esperando recompensa de Dios. El no necesita de tu consentimiento para recompensar. Su Justicia se cumple por sí sola. La Ley es infalible y sabia como El. Nada, absolutamente nada, queda sin "castigo" o "recompensa", porque todo está bajo la acción y reacción inmediata del acto, sentimiento o pensamiento. El bueno es feliz, en sí y por sí. Donde quiera que se encuentre, la Paz lo asiste, porque, cualquiera que sea su trabajo lo dignifica su rectitud, mente y corazón. Así, lo bendicen, las almas cuyo beneficio reciben. Así, está construyendo el Cielo en este planeta, a cada minuto de su existencia. Así, por consiguiente, baja el Cielo a la Tierra. No ocurre otro tanto con los que carecen de paz en el corazón: están construyendo su propio "infierno" y arrastrando en su desventura a muchos seres inocentes para envolverlos en las llamas de la desdicha. Estos, de nuevo tendrán que bajar una y otra vez a las profundidades de la materia densa, hasta que, a fuerza de experiencias dolorosas, expandan sus conciencias en sabiduría, justicia y rectitud moral, y aprendan a amar a sus hermanos en la humanidad. Amigo mío: Que tu "trabajo", al redimirte a ti, redima también a las demás almas que pueblan la Tierra, y a aquellas que encarnarán. Así, con positivo Amor, ¡Yo te lo deseo!

 

CAPITULO 13

Amigo mío: La Justicia Divina se manifiesta plenamente en la Ley de Reencarnación. Pero, dime: ¿Abandonaste ya tus viejas creencias? ¿Te consideras desligado de dogmas y prejuicios? ¿Comprendiste que no se puede especular con las cosas del "Más Allá"? ¿Te has compenetrado bien de que ese "más allá" te pertenece por herencia espiritual, tanto a ti como a tus hermanos? ¿Rechazaste ya, con la Razón, a los verdugos de las almas? ¿A los mercaderes" del Templo?... ¡Entonces, eres Libre! La Luz ha sido para ti, y ha brillado en tu Mente con resplandores de Sol. Ahora, lleno de alegría, podrás oírme con tus oídos espirituales, en medio de la Fe que te acompaña. Óyeme, pues, con ese convencimiento íntimo, verdadero y eterno de que eres Espíritu. Reencarnar, amigo mío, es volver a tomar carne, forma material humana, cuerpo físico. Es involucionar o bajar a la materia más densa para luego evolucionar o remontarse a lo más sutil, a lo etéreo. Es la marcha continuada a través de los mundos, en la cadena maravillosa del progreso integral, en donde el Espíritu ejercita su potencialidad cósmica en busca de Dios. Pero, grábalo firmemente; a Dios no llegas por el mero hecho de haber salido de tu presente envoltura física. Al "morir", simplemente dejas tu Físico por otro Cuerpo, envuelto en el "dorado gabán" que dejaste colgado en el ropero del misterio, para regresar a los salones de la Eternidad. Allí, meditarás sobre tu "trabajo"; y de acuerdo con tus merecimientos y esfuerzos, continuarás ampliando la iluminación de tu Conciencia. Reencarnar, amigo mío, es someterse al sufrimiento de la "carne". Es colocarse la "corona de espinas" y sufrir por ti mismo y por los demás. Por lo tanto, ambiciona y lucha por la posesión de las "virtudes" cuyos poderes elevan constantemente, en cada encarnación. Así podrás construir cuerpos perfectos y resplandecer en Energía y Voluntad, dominando y trascendiendo el Dolor, para convertirlo en Gloria. Reencarnar es rasgar el velo de la materia, para conocerla y trabajarla de modo que se haga más hermosa por tu mano y por tu espíritu, mientras permaneces sepultado en ella. De esta manera, podrás asimilar el máximo de experiencia, esto es, alcanzar Sabiduría, y con esta preparación ayudar para mayores obras en el Gran Plan Divino de la Creación.

Pero, amigo mío, cada planeta tiene su propia vibración. No hay dos mundos iguales, como no hay dos espíritus iguales. Tampoco hay dos hojas idénticas, ni dos gotas de agua iguales. Y aun cuando la vibración es Una, no todas las cosas ni todos los seres tienen la misma vibración. De modo que, al reencarnar, adquieres de ese planeta o mundo una nueva modalidad de vibración, que amplía tu conciencia individual y te da nueva Luz. Pero, a su vez, el mundo donde habitas estará realzando sus condiciones de vida, de acuerdo con la Ley del Progreso que por ti actúa. Contempla, amigo mío, la Sabiduría del Padre a través de la reencarnación. Ama Su Ley, que por ella te harás Uno con El. Hay casos en que aparentemente se evade la Ley de Causa y Efecto; en que no se reencarna sino por Voluntad propia. Es lo que ocurre con aquellos Espíritus Selectos, que aparecieron en tu mundo cual meteoros luminosos, colocándose la "corona de espinas", desafiando las ingratitudes humanas, pero con pleno conocimiento de su misión, en holocausto al Gran Plan Divino. Mas, para alcanzar tal grado de engrandecimiento y amor por la Causa misma de la existencia, tendrás que aprender a obedecer la Ley, y ya dentro de ella, lograrás pleno dominio sobre los elementos, y las fuerzas de la Naturaleza te obedecerán. Entonces, como esos Espíritus, realmente Superiores, habrás "renacido en espíritu" y "entrado en el Reino de los Cielos". Que esos Grandes Maestros sean tu ejemplo. Busca el Alma misma de sus sacrificios, descendiendo a la materia e imítalos contemplándolos. Evócalos en tus silencios interiores, para que te llenen de sus vibraciones sublimes. Pide, también, que esas vibraciones cobijen a todos tus demás hermanos del planeta, de modo que abran cuanto antes los ojos del espíritu y reciban lo que les pertenece de la Luz Inmortal que todo lo rodea.

Reencarnar, amigo mío, es vivir en ostracismo. Es vestir un ropaje de carne. Es carecer todavía de la Sabiduría Perfecta. Es ser juguete de los elementos y de las circunstancias más nimias, que enredan al hombre en su Camino. Es no poder andar con la frente levantada y la mirada perdida en regiones celestiales. Es un caer y levantarse, separando la Luz de las tinieblas para arrancar la Vida al secreto mismo donde palpita Dios. Yo te digo, amigo mío, que debes cuidar con esmero cada vestidura de carne que uses en tus reencarnaciones, para que la entregues, purificada por la evolución que le imprimió tu Espíritu.   Procura que no la devuelvas envilecida, porque el mundo donde habitas sentirá dolor en vez de amor por tus despojos. Cada vestido que devuelvas manchado y sucio, significa que no aprendiste a observar la Ley. Mientras cada Cuerpo Físico que entregues ya purificado hará estremecer de gozo el mundo donde actuaste, a la par que imprimirá más brillo al otro verdadero, el vestido de tu Alma. Tu madre Tierra sufre y goza contigo, por ti. Ella te dio lo mejor que tiene para tu presente existencia y debes pagarle con la misma moneda. Aprovecha tu Físico, para que asciendas en espíritu, siendo agradecido con la Tierra. ¿Y no has intuido, amigo mío, al contemplar una noche luminosa cuando la Vía Láctea es un manto majestuoso, solemne en su grandeza con el rutilar de innumerables mundos, que allá en esos espacios siderales podrías construir un Cuerpo diáfano más perfecto, vibrante de la belleza misma de esos elementos, con el cual tu Espíritu puede manifestar todo el poder glorioso que en realidad posee toda la sabiduría que aquí en la Tierra no pudo expresar esa sabiduría reflejo del Logos Solar que ahora te alumbra, vivifica, sostiene y engrandece con sus dones?... ¿No llegarás, acaso con el devenir de los siglos, a engrandecerte con el soplo divino de la Ley al igual que un Sol?. Medita, amigo mío, medita en tu sagrado destino. También es infinita la Galaxia de las Almas... Reencarnar, amigo mío, es todo lo que te estoy diciendo, y mucho más, que sólo tú deberás conocer, recogiendo experiencias en tu carrera evolutiva.

Ya verás, amigo mío, que la sabiduría y la Bondad de Dios son infinitas; que su Justicia gobierna los mundos; que nada hay en ti o en otros que no tenga su razón de ser. Por lo tanto, no hagas como el necio, desperdiciando tu momento presente por duro o miserable que te parezca, ya que la redención está en ti, en este preciso momento de tu existencia. Aprovecha tu presente estado o condición. Despierta y llénate de nobles aspiraciones. Convierte tus pensamientos y deseos indignos en pensamientos y deseos elevados. Óyeme con tu oído interno: Construyendo Cuerpos mejores, cada vez que tengas la oportunidad, podrás, así como los espíritus de Luz resplandecer en la gloria del Plan Divino. Y resplandecerás tanto en lo grande como en lo pequeño. ¡Entonces, amigo mío, resucita de entre los muertos! Los verdaderos "muertos" son los que no han visto la Luz Espiritual. Aquellos que, en su ignorancia, infringen la Ley; los que creen que la materia es todo; los que, engañados en su "sabiduría", no buscan o desdeñan la Verdadera Sabiduría, que es la del Espíritu. Vive la vida del Espíritu, que es la Vida Eterna de que hablara el Maestro Jesús y que te pertenece, una vez la hayas encontrado. Amigo mío: Que la presente encarnación sea para ti un peldaño seguro para entrar en el Reino de los Cielos. Sé valiente. Sé fuerte. Eres el creador de tu propio destino. El futuro infinito está por delante de ti, y de ese futuro tú puedes hacer a voluntad lo que quieras, tanto en tu presente existencia terrenal como en futuras encarnaciones. Tu pasado quedó atrás. ¡Ahora sólo cuenta tu Presente, para que tu Futuro sea lleno de Luz, Paz y Armonías!

 

EXEGESIS

Amigo mío: Has terminado de leer y quizá de releer saboreando con fruición celeste estas cuantas páginas que en raudas enseñanzas te ofrezco. Ellas son hijas de la sabiduría que han dejado a su paso por el planeta Tierra los Grandes Iniciados, por lo tanto, nada nuevo para aquellos que ya transitan por la senda del espiritualismo. Lo único nuevo que debajo del Sol existe es el encuentro de cada Ser con Dios, es sentir su Divina Presencia y arrobarse en su contemplación al saber que El está en todas partes y en ti, si ya te has realizado. Este conocimiento no se adquiere en la lectura de los libros, debe brotar de ti mismo como límpido manantial, como el agua pura que salta de la roca tocada por la vara mágica del amor universal. ¡Es el fruto maduro de la Realización!.

SALUD MENTAL Y FISICA

CUERPO, MENTE Y ESPIRITU 

MEDITACIÓN

ACUPRESIÓN